En el mundo de la política es muy común que existan diferencias de ideologías y que estas provoquen disputas entre los participantes.
Sin embargo, en Brasil, las diferencias entre dos políticos llegaron a un nuevo nivel, pues decidieron arreglar sus cuentas pendientes dentro de un cuadrilátero con una pelea bajo el formato de la UFC.
De acuerdo con O Globo, ante los constantes señalamientos y disputas que tenían Simão Peixoto, actual alcalde de la localidad de Borba, y el exconcejal, Erineu “Mirico” Alves da Silva, optaron por acabar con las diferencias mediante una pelea.
Medios brasileños señalaron que el nivel de hostilidad entre ambos políticos detonó en septiembre cuando Alves da Silva publicó un video llamando “canalla” y “sinvergüenza” al alcalde por fallas en la conservación del balneario de la ciudad.
En ese contexto, también lo amenazó públicamente con golpearlo al ser "incapaz" de arreglar esta situación.
Cansado de los señalamientos y ataques hacia su persona, Peixoto decidió subir la apuesta y retó al político opositor a acabar con la disputa a golpes.
Esta semana se llevó a cabo dicho enfrentamiento que levantó polémica entre los políticos en Brasil al catalogar el hecho como "salvaje" y poco ético.
Con un estadio completamente abarrotado y como si se tratara de la pelea estelar en el Ultimate Fighting Championship (UFC), los políticos cumplieron su palabra.
En las redes sociales se aprecian vídeos en los que se observa que el alcalde Peixoto, de 39 años, entrenó las artes marciales mixtas (MMA) y derriba a su contrincante, de 45 años.
Sin embargo, la pelea duró más de lo esperado, pues el exconcejal se repuso del "madruguete" y respondió con varios golpes hacia el alcalde hasta hacerlo cojear.
Dos políticos se dieron en la jeta en #Brasil para resolver sus diferencias...
— YoSoyCívico (@leolemoine) December 14, 2021
Video AFP pic.twitter.com/97ZWKWZO3m
Por más de dos rounds, los políticos decidieron usar todas sus fuerzas y sacarse todo el coraje que se tenían uno al otro hasta cansarse.
Medios locales apuntaron que el ganador del enfrentamiento fue el alcalde Peixoto por “puntos” en una división dividida y ampliamente cuestionada.