Este miércoles 2 de febrero, el Ejército de Estados Unidos comenzó a expulsar a los soldados que han rechazado vacunarse contra la Covid-19, una medida que afecta a más de 3 mil uniformados.
Christine Wormuth, secretaria del Ejército, dispuso que se inicie "la separación administrativa involuntaria" de los militares que rechacen ser inmunizados contra el coronavirus y no tengan ninguna exención.
"Los soldados no vacunados presentan un riesgo para la fuerza y ponen en peligro su preparación", indicó Wormuth en el texto, donde instó a los comandantes a cumplir con esta orden "lo más rápido posible".
Hasta el pasado 26 de enero el 96 por ciento de los militares en activo de esta rama de las Fuerzas Armadas estaba completamente vacunado, mientras que 3 mil 350 habían rechazado inmunizarse y había recibido una reprimenda oficial.
Cerca de 5 mil 900 uniformados había recibido una exención temporal. En su directiva, el Ejército indica que aquellos que hayan solicitado una exención por motivos médicos o religiosos y cuyos casos todavía no hayan sido revisados quedan excluidos de la orden hasta que sus peticiones sean estudiadas.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dispuso en agosto que todos los soldados se vacunaran en cumplimiento con la orden del presidente, Joe Biden, de que todos los empleados federales se inmunizaran.
Aun así, Austin permitió que cada rama de las Fuerzas Armadas estableciera sus propios plazos: tanto la Armada como la Fuerza Área comenzaron a dar de baja a los soldados no vacunados en diciembre.