El Congreso de los Diputados de España aprobó la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, una medida del gobierno socialista de Pedro Sánchez, en medio de una enorme confusión y por tan sólo un voto de diferencia: 175 votos a favor y 174 en contra, el cual presuntamente fue un error del diputado Alberto Casero, quien votó a favor cuando su intención era votar en contra.
Los 175 votos a favor fueron procedentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unidas Podemos, Ciudadanos, Partido Demócrata Europeo Catalán, Más País, Unión del Pueblo Navarro, Compromís, PTeruel Existe, Coalición Canarias y Nueva Canarias. Con el “no” aparecen algunos socios de investidura que votaron lo mismo que el conservador Partido Popular y Vox.
"El error yo creo que ha sido más bien, no de Alberto Casero, sino del sistema informático del Congreso de los Diputados porque su voluntad era votar en contra de esa reforma laboral y sin embargo el sistema informático lo ha dado como voto favorable", narró un miembro del Partido Popular.
Aunque la reforma no toca aspectos como el despido, como reclamaban algunos, supondrá una mejora de los derechos de los trabajadores al aumentar los salarios gracias al refuerzo de la negociación sectorial frente a la de empresa, recuperan poder en la negociación colectiva para evitar que decaigan mejoras pactadas en el pasado, se incorpora un paquete de medidas para reducir empleo temporal en España y apuesta por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el futuro de manera permanente, que evite los despidos habituales y masivos en épocas de crisis.