El presidente de Perú, Pedro Castillo, decretó toque de queda y estado de emergencia en la capital, Lima, ante la ola de protestas por las subidas exponenciales en los precios del combustible y los alimentos. 

En días recientes, cuatro personas han fallecido a consecuencia de las protestas que aumentan conforme avanzan las horas.

En un mensaje dirigido a todo el país, Pedro Castillo anunció en la televisión pública que la medida prohíbe la permanencia las calles de la capital de 10 millones de habitantes.

El toque de queda se aplica tras los hechos de violencia registrado dejaron casetas de peaje incendiadas, pequeños saqueos en algunas tiendas y choques con la policía.

Lima está en estado de emergencia desde inicios de febrero, lo que implica la limitación de varios derechos constitucionales incluidos la inviolabilidad de domicilio, y las libertades de reunión y tránsito.

El toque de queda permite el funcionamiento de los servicios esenciales como mercados de alimentos, farmacias, hospitales y recogida de basuras.

La prohibición de personas en las calles por casi 24 horas recordó que las medidas para evitar los contagios de coronavirus, que dejaron en el país sudamericano más de 212 mil muertos desde el inicio de la pandemia.

Las protestas por el alza del precio de los combustibles y de los alimentos dejó cuatro muertos, así como varios heridos.

Como respuesta, el gobierno federal suspendió el domingo y hasta fines de junio un impuesto para algunos tipos de gasolinas y diésel que elevaban entre 28 por ciento y 30 por ciento el precio final.

El alza del precio de los combustibles ha elevado el costo de los alimentos, hecho por lo que el mandatario ha admitido en semanas pasadas que Perú vive una crisis económica y señala que el alza de precios impulsada por los efectos de la pandemia de coronavirus.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática, que mide el índice de precios al consumidor, anunció el viernes que la inflación mensual de marzo fue de 1.48 por ciento, la más alta en 26 años. En febrero de 1996 la inflación llegó a 1.53 por ciento, añadió.

Pedro Castillo es criticado por expertos por nombrar funcionarios claves y tiene tres investigaciones congeladas por presunta corrupción en la fiscalía.

En ocho meses de gestión ha modificado cuatro veces su gabinete ministerial y su impopularidad alcanza 68 por ciento en marzo según un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos publicado en el diario La República.

El parlamento que ha intentado destituirlo lo supera en descrédito y su desaprobación llega a 79 por ciento.