El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que a partir del martes 4 de marzo entrarán en vigor aranceles del 25 por ciento a todas las importaciones provenientes de México y Canadá. Esta medida busca combatir el tráfico de fentanilo, la inmigración ilegal y corregir desequilibrios comerciales, incentivando la relocalización de fábricas en territorio estadounidense.
El anuncio ha generado preocupación por una posible guerra comercial y sus repercusiones económicas. Los mercados financieros ya han reaccionado negativamente; el índice S&P 500 registró una caída del 2%, mientras que el Nasdaq Composite disminuyó un 2.6%. Empresas como Nvidia y ConocoPhillips sufrieron pérdidas significativas en sus acciones.
Funcionarios de la administración Trump, como el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, mantienen confianza en que los aranceles impulsarán la manufactura nacional y atraerán inversión extranjera. Sin embargo, empresarios y economistas advierten sobre posibles aumentos de precios para los consumidores y disrupciones en las cadenas de suministro.
México y Canadá han expresado su intención de implementar medidas de represalia. La mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, enfatizó la importancia de mantener la calma y tener planes preparados ante cualquier resultado. A pesar de esfuerzos significativos, las autoridades estadounidenses mantienen su postura de implementar los aranceles.
Además, Trump ha anunciado que a partir del 2 de abril se impondrán aranceles masivos a las importaciones de productos agrícolas, instando a los agricultores estadounidenses a aumentar su producción para satisfacer la demanda interna. Esta es la última de una serie de medidas arancelarias implementadas desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, que incluyen aranceles sobre productos chinos, acero y aluminio.
La comunidad internacional observa con cautela el desarrollo de estas políticas comerciales, anticipando posibles ajustes en las relaciones económicas y diplomáticas entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales.