El gobernador de Texas, Greg Abbott, desplegó este jueves a más de 5 mil soldados de la Guardia Nacional y más de 2 mil elementos del Departamento de Seguridad Pública (DPS), con el objetivo de apoyar a las autoridades locales frente a las manifestaciones previstas contra las recientes redadas migratorias impulsadas por el gobierno federal.

Abbott subrayó en un comunicado en redes sociales que Texas “no tolerará la anarquía que hemos visto en Los Ángeles”, aludiendo a los disturbios registrados en ese estado tras las redadas.

“Las protestas pacíficas son parte del tejido social… pero cualquiera que participe en actos de violencia o daños a la propiedad será arrestado”, advirtió.

A diferencia de California —donde la Guardia Nacional estatal fue desplegada sin la autorización del gobernador—, en Texas la movilización fue solicitada por las autoridades locales, incluyendo la ciudad de San Antonio, según informó un portavoz de Abbott.

La llegada de tropas coincidió con manifestaciones en varias ciudades, incluido San Antonio, donde ya se habían registrado actos pacíficos cerca del Álamo.

También está prevista una protesta a nivel estatal para este sábado, en el marco del movimiento nacional “No Kings”, que ha organizado marchas en Houston, Dallas, Austin y San Antonio.

La acción gubernamental ha desatado críticas. Alcaldes como Ron Nirenberg (San Antonio) y Kirk Watson (Austin) afirmaron no haber solicitado el despliegue y señalaron que las protestas han sido en su mayoría pacíficas. 

El jefe de policía de San Antonio, William McManus, dijo estar preparado para escenarios tanto pacíficos como violentos, y confirmó coordinación con las fuerzas estatales.

Desde partidos demócratas y organizaciones de derechos civiles, se cuestiona que el gobernador recurra a la Guardia Nacional para intimidar a protestantes, en lugar de fortalecer el papel de la policía municipal.

Texas se convierte en el segundo estado —junto con California— en emplear tropas para responder a protestas migrantes en este contexto.

En Los Ángeles, la intervención militar incluyó a marines y guardias nacionales, lo que provocó un recurso judicial interpuesto por el gobernador Gavin Newsom.