El Ejército de Israel anunció hoy el asesinato de Ali Shadmani, recientemente nombrado jefe del Mando Operativo Conjunto de Defensa Aérea de Irán (Jatam al‑Anbiya), mediante un ataque nocturno a un centro de mando en pleno corazón de Teherán.

Shadmani había asumido el cargo apenas el 13 de junio, reemplazando a su predecesor, Qolamali Rashid, quien también había sido eliminado días atrás en otro bombardeo israelí.

Según las FDI, la operación fue resultado de "información precisa de inteligencia" y se ejecutó en una "oportunidad repentina" durante la noche.

Shadmani era considerado el "comandante militar de mayor rango" y figura clave en la estructura de poder cercano al ayatolá Alí Jamenei, y había sido subcomandante del Mando de Jatam al‑Anbiya desde 2016.

Se trata de la segunda eliminación de un alto mando en menos de una semana, profundizando el vacío en la cadena de mando iraní. Irán aún no ha confirmado oficialmente la muerte de Shadmani .

Se enmarca en la reciente Operación “León Creciente”, la campaña de bombardeos israelíes lanzada el pasado 13 de junio contra objetivos militares y nucleares en Irán, que provocó el fallecimiento de altos mandos como Hossein Salami y Mohammad Bagheri.

Como represalia, Irán ha respondido con ataques de misiles y drones hacia Israel, protagonizando una escalada militar directa sin precedentes en años.

La eliminación de Shadmani refleja la estrategia israelí de desmantelar el alto mando militar iraní para debilitar su capacidad de acción y frenar presuntos planes nucleares.

Este tipo de golpes a altos mandos genera un clima de incertidumbre y riesgo de escalada mayor, con repercusiones directas en el equilibrio militar, políticas de disuasión regional, y seguridad energética global .

La preocupación internacional aumenta ante una posible intervención de potencias como EE.UU., Rusia o China para contener la crisis.

Con la muerte de Ali Shadmani, Irán pierde de nuevo uno de sus estrategas militares más influyentes en apenas días. La cadena de eliminaciones de altos mandos —incluyendo a Salami, Bagheri, Rashid y ahora Shadmani— marca un antes y un después en la confrontación entre Irán e Israel.

El riesgo de una escalada militar total es cada vez más real mientras ambos países continúan sus ofensivas, y el mundo observa la situación con creciente preocupación por su impacto en toda la región.