El presidente Felipe Calderón Hinojosa hizo una evaluación de la estrategia Todos Somos Juárez, y garantizó que hasta el último día de su gobierno la apoyará e incluso ya se siente juarense.
"Yo me siento juarense a partir de esta gran vivencia que ha marcado mi vida, pero no es sólo mi caso, yo creo que quien sea finalmente presidente o presidenta después de mi tendrá que seguir con el compromiso", aseguró.
No obstante, reconoció que "tarde o temprano el Gobierno Federal tendrá que volver a su lugar, y ese día lo debemos desear, así como debemos desear que un hijo pueda tomar su lugar por su propia cuenta".
En un diálogo con jóvenes y consejeros ciudadanos de la estrategia Todos Somos Juárez, Calderón Hinojosa llamó a los juarenses a tomar las decisiones de la ciudad en sus manos, y hacer su vida sin depender de nadie, "y ese día lo debemos desear para Juárez".
El mandatario retomó en su discurso una idea de un joven, en el sentido de que en alguna ocasión creyó ser el único loco que quería cambiar a Ciudad Juárez.
El presidente Calderón le pidió que no claudique en su idea de querer ser "el único loco" que quiere cambiar a Ciudad Juárez y al mundo.
El mandatario estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala, y por los secretarios de Gobernación, Alejandro Poiré Romero; de Salud, Salomón Chertorivski; de Economía, Bruno Ferrari; de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra; y del gobernador César Duarte.
Recordó que hace dos años, luego del asesinato de casi una veintena de jóvenes en Villas de Salvárcar, se trazó la estrategia Todos Somos Juárez, en un diálogo con los ciudadanos en un "ejercicio arriesgado".
Reveló que mucha gente de su equipo no quería que se hiciera y "es más, de hecho yo no recuerdo a ningún presidente de los que me precedieron en una circunstancia así, y recibiendo directamente las voces de la gente".
Mencionó también que una joven que le antecedió en el uso de la palabra habló del "éxito" de la estrategia "y lo he oído en muchos", subrayó.
Calderón expresó que eso lo llena de alegría, porque se han hecho cosas buenas, y aunque falta mucho por hacer se está en un camino correcto, que está dando sus primeros frutos.