A punto de concluir las fiestas decembrinas, pronto iniciará la llamada “cuesta de enero”, en la que por primera vez en 120 años no trabajará el Monte de Piedad, sino en su lugar la empresa privada Prendamex dará el servicio a miles de pignorantes.

Según Profeco, Emprenda y Prendamex son las franquicias con más denuncias en su contra por vender los artículos empeñados antes del tiempo convenido con sus propietarios, así como por descomponerlos o perderlos.

Además datos de la Comisión Nacional de Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), arroja que de las empresas con mayor tasa de interés por préstamo prendario, pero con mayores montos de préstamo es Prendamex que llega a cobrar un 140 por ciento.

Cada año se refleja esta época difícil para la economía de las personas con escasos recursos con grandes filas en casas de empeño, las cuales hacen grandes negocios por altos rendimientos.

Los cobros de intereses de dichas negociaciones oscilan desde el 60 por ciento al 260% del préstamo, lo que significa que de cada 100 pesos prestados, se llegan a pagar por morosidad hasta 2 mil 600 pesos para cubrir la deuda en supuestos “pagos chiquitos”.

Según especialistas es poco recomendable endeudarse de esta forma para sortear las dificultades económicas a tal grado que es mejor buscar un crédito bancario, ya que resulta ser más atractivo a la hora de adquirir una deuda.

Anillos de matrimonio, regalos, joyas de la infancia y recuerdos sentimentales, son la salvación de miles de personas y sobrevivir los siguientes días.

Pero a pesar del  “gran atraco”, como lo llaman especialistas, el auge de casas de empeño es debido a que la banca no tiene ninguna atención para los usuarios de escasos recursos.

La mayoría de los usuarios solo necesitan 700 o 1 mil pesos en forma inmediata, por lo que empeñan alhajas, eléctricos y electrodomésticos, o cantidades mayores cuando ya deciden empeñar autos o algún bien inmueble.