La informalidad es un reto por atender en el país, pues se tiene que seis de cada 10 empleos son informales, señaló el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Eduardo Sojo Garza-Aldape.
 
Expresó en entrevista radiofónica que en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero se agrava la situación al respecto, ya que ocho de cada 10 empleos son informales, lo que implica que los trabajadores son "extraordinariamente" vulnerables.
 
El funcionario dijo que en el sector informal difícilmente se tienen los medios para realizar un trabajo más productivo.
 
Expuso que la medición del empleo tiene que ser de casa en casa, por lo que la institución visita 120,000 hogares cada trimestre, de manera aleatoria, para obtener mejores resultados, toda vez que la Población Económicamente Activa (PEA) se ubica en alrededor de 49 millones personas y los afiliados al Seguro Social llegan a 16 millones.
 
En torno a las cifras preliminares del INEGI sobre las clases sociales en México en la primera década de este siglo, las cuales arrojaron que la clase media aumentó en el país, argumentó que con ello el Instituto busca aportar al tema, el cual es muy amplio y con múltiples interpretaciones.
 
El INEGI no debía permanecer ajeno al debate en la materia, por eso el estudio, dijo el funcionario, quien expuso que éste se integró con cerca de 14 variables.
 
El organismo dio a conocer la semana pasada que los datos forman parte de una investigación que realiza sobre la magnitud de las clases sociales en México en la primera década del siglo XXI, basándose en datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2000 y 2010.
 
Así, informó que en 2010, 42.4% de los hogares mexicanos se ubicó en la clase media. En términos absolutos, a nivel nacional la clase media sumó 12.3 millones de hogares y 44 millones de personas.
 
Además, 2.5% de los hogares mexicanos se concentró en la clase alta y 55.1% de los hogares integró la clase baja.