Con el objetivo de sensibilizar a la población mexicana sobre la importancia del cuidado de su salud, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta un panorama general sobre la situación actual de esta enfermedad en México, en el marco del Día Mundial de la Diabetes que estableció Naciones Unidas en 2006, para conmemorar el nacimiento de Frederick Banting.
La diabetes mellitus o diabetes, es una enfermedad crónico-degenerativa que se presenta cuando el páncreas no produce insulina, o bien, la que se produce no es utilizada de manera eficiente por el organismo; ésta es la hormona responsable de que la glucosa de los alimentos sea absorbida por las células y dotar de energía al organismo (IDF, 2013b).
Los factores de riesgo de esta enfermedad dependen del tipo de diabetes. En el caso de la tipo I, también conocida como diabetes juvenil, la causa una acción auto-inmune del sistema de defensa del cuerpo que ataca a las células que producen la insulina y se presenta en pacientes con antecedentes familiares directos. La tipo II, además del antecedente heredo-familiar, depende de estilos de vida como son el sobrepeso, dieta inadecuada, inactividad física, edad avanzada, hipertensión, etnicidad e intolerancia a la glucosa; además, en las mujeres se presenta en aquellas con antecedente de diabetes gestacional y alimentación deficiente durante el embarazo (IDF, 2013a).
Uno de los principales factores de riesgo para que se desarrolle es el sobrepeso y la obesidad, afecciones que van en aumento en todo el mundo; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen al menos 2.8 millones de personas adultas por alguna de estas causas, y representan 44% de la carga de diabetes, 23% de las cardiopatías isquémicas, y entre 7% y 41% de algún cáncer atribuible a la misma (OMS, 2012b); por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS estiman que en Belice, México y Estados Unidos, aproximadamente 30% de su población tiene obesidad (OMS, 2012).
El sobrepeso
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, la población masculina de 20 años y más presenta más población con sobrepeso que obesidad, afecciones que pueden ser detonantes de diabetes. Durante 2012 la mitad de la población masculina de entre 60 a 69 años presenta sobrepeso, seguidos de los de 50 a 59 años (49%) y los de 40 a 49 años (45.1%); cuando no hay un control adecuado el sobrepeso, éste se convierte en obesidad (donde hay una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo); los hombres más obesos se concentran en los de 40 a 49 años (34.3%), seguidos de los de 30 a 39 años y de 50 a 59 años (31.1 y 28.7%, respectivamente); es decir, la población masculina entre los 30 a los 59 años se encuentra expuesta al riesgo de padecer diabetes.
A diferencia de los varones, de acuerdo con la Ensanut 2012, en la población femenina de 20 años y más hay una mayor proporción de obesas que con sobrepeso para casi todos los grupos de edad. Considerando que la obesidad es un factor de riesgo muy alto para la presencia de la diabetes, llama la atención que casi una cuarta parte de las mujeres de entre 20 a 29 años sean obesas; a partir de este grupo se observa un incremento en la presencia de obesidad hasta el grupo de 50 a 59 años donde 48 de cada 100 mujeres de ese grupo de edad son obesas y es a partir de este grupo que inicia una disminución; para el caso del sobrepeso, éste representa una tercera parte en cada grupo por edad; en resumen, las mujeres están más expuesta al riesgo de presentar diabetes que los hombres.
Para 2011, la OPS y OMS estiman que en el continente americano hay aproximadamente 62.8 millones de personas con diabetes, y calcula que en América Latina podría incrementarse de 25 a 40 millones en 2030 (OMS, 2012). La diabetes representa un reto para la sociedad no sólo por los recursos económicos y de infraestructura que requieren los prestadores de servicios de salud para brindar una atención adecuada, sino también por el costo económico y emocional en las personas que la padecen. Se estima que esta enfermedad reduce entre 5 y 10 años la esperanza de vida de la población (INSP y SSA, 2012).
Realizarse de manera rutinaria una prueba de detección debe ser considerada como una conducta de auto-cuidado y permite realizar un diagnóstico oportuno. De acuerdo con la Ensanut 2012, de la población que asistió a servicios de medicina preventiva para realizarse una prueba de detección de diabetes durante el último año, 1.5% tuvo resultados positivos. Por otro lado, la Secretaría de Salud (SSA) reporta que de la población que se realizó la prueba de detección durante 2011, 49.8% es población no asegurada y 50.2% asegurada; y de ésta, en nueve de cada 100 pruebas en población no asegurada y 2 de cada 100 en la asegurada tuvieron un resultado positivo en la prueba.
Para combatir la enfermedad, 318 mdd al año
Las instituciones de salud invierten hasta 15% de sus recursos en atención a la diabetes, aproximadamente 318 millones de dólares al año (Hernández-Romieu, Elnecavé-Olaiz, Huerta-Uribe, y Reynoso-Noverón, 2011). En 2011, la SSA identificó que entre la población no asegurada, Baja California (23.2%), Jalisco (19.1%), Estado de México (17%) y Zacatecas (16.3%) son los estados con los porcentajes más altos de diagnósticos positivos de diabetes; tomando en cuenta que esta población cubre en gran medida los gastos del padecimiento, por el elevado costo que tienen las diálisis, hemodiálisis, tratamientos específicos como el láser, amputaciones, entre otras, así como los medicamentos necesarios para controlarlo, es posible que en muchos casos no se atiendan adecuadamente.
Para el caso de la población asegurada o derechohabiente, la SSA reportó que el Distrito Federal (7.4%), Morelos (4.4%), Baja California (4.2%) y Durango (4.1%) son las entidades que presentan los porcentajes más altos de diagnósticos positivos de diabetes. Al comparar el porcentaje de diagnósticos positivos entre estados y condición de aseguramiento, en 30 de las 32 entidades la población no asegurada supera a la asegurada, las diferencias más altas se ubican en los estados de Baja California, Jalisco, Hidalgo y Zacatecas con 19, 16.6 y 15.4 puntos porcentuales, respectivamente; las diferencias más pequeñas las reportan Querétaro, Durango y Chiapas, que son estados con pocos diagnósticos positivos.
En 2011 la incidencia de diabetes (número de casos nuevos) en el país fue más alta en las mujeres (442.23 por cada 100 mil mujeres) que en los varones (326.81 casos por cada 100 mil hombres).
Morelos, estado con más casos
Las entidades que registran el mayor número de casos nuevos de diabetes en hombres son Morelos (654.83 casos por cada 100 mil), Baja California (492.61) y Sinaloa (480.35), en tanto Querétaro, Chiapas y Quintana Roo son las entidades con las incidencias más baja (227.09, 214.99 y 188.33, respectivamente).
Asimismo, el mayor número de casos nuevos de diabetes en mujeres se ubican en Morelos (745.88 de cada 100 mil mujeres), Sinaloa (679.01 mujeres) y Chihuahua (651.94) y las incidencias más bajas en Quintana Roo (282 mujeres de cada 100 mil), Colima (292 casos nuevos) y Querétaro (300 casos).
Por grupos de edad, se observó que conforme avanza la edad la incidencia aumenta; la población de 60 a 64 años presenta la más alta (mil 787.60 de cada 100 mil personas de ese grupo de edad), para después descender a 1 249.29 casos nuevos de cada 100 mil personas de 65 años y más durante 2011. Esta tendencia es similar por sexo, tanto en hombres como en mujeres la incidencia más alta se ubica en la población de 60 a 64 años, (mil 924.23 de cada 100 mil mujeres de esa misma edad y mil 636.57 entre cada 100 mil hombres); es importante resaltar que en todos los grupos de edad las mujeres presentan un mayor número de casos nuevos que los varones.
La morbilidad hospitalaria permite observar el número de egresos de un hospital clasificados por la principal afección; considerando que la diabetes es una enfermedad que en muchas ocasiones requiere de atención hospitalaria, es importante identificar cuántos diabéticos son atendidos en un hospital debido a alguna complicación. Durante 2011, de acuerdo con la SSA, el porcentaje de egreso hospitalario en los hombres fue de 4.4% y en las mujeres de 2.1 por ciento.
Por entidad federativa, en los hombres la morbilidad hospitalaria más alta se concentra en Guerrero (6.5%), Campeche (6.4%) y Quintana Roo (5.8%) y la más baja en Querétaro (2.8%), Sonora (2.8%) y Jalisco (3.1 por ciento); mientras que para las mujeres, Campeche (3.4%), Coahuila (3.1%) y Yucatán (2.7%) presentan las proporciones más altas de egresos hospitalarios por diabetes y en Querétaro (0.9%), Aguascalientes y Jalisco (1.5%, cada uno) las más bajas.