Al menos 20 de los 64 templos, localizados en el centro histórico cuentan ya con la instalación de cámaras de video vigilancia conectadas al Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI).

Lo anterior, para aminorar el robo de arte sacro y otro tipo de conductas ilícitas, reveló Sergio Vergara Berdejo, perito del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Puebla.

En entrevista el experto, precisó que en el 2014 se terminará de instalar las demás cámaras de video vigilancia en las 44 iglesias restantes, ya que aún sostienen pláticas con los franciscanos, agustinos, y otras órdenes religiosas para acordar el número de equipos.

Además, destacó que se están afinando los lugares específicos dónde tienen que instalarse para tener un monitoreo constante de estos centros religiosos, y con ello, inhibir los robos, principalmente, de piezas religiosas que son bien pagadas en el mercado negro nacional e incluso internacional.

Vergara Berdejo reconoció que en este 2013 al menos se han presentado en lo que va del año cuatro denuncias por robo de arte sacro en templos del estado de Puebla, por lo que se determinó agilizar esta medida de seguridad.

El perito del INAH precisó que incluso generó un acercamiento entre las autoridades eclesiásticas y las autoridades estatales y municipales para diseñar estrategias que conlleven a evitar este tipo de conductas delictivas.

Aunque en el 2012 este delito cerró con solo tres denuncias, y la detención de cuatro personas vinculadas con el saqueo del Patrimonio Nacional, durante un operativo implementado en unas viviendas de la 12 Poniente en el mes de diciembre, las autoridades decidieron instalar cámaras de video vigilancia para inhibir las conductas y detectar a los responsables de este tipo de hurtos.

Es importante señalar que por alguna razón no han sido actualizados al 100 por ciento los catálogos o inventarios de los bienes muebles de arte sacro, ya que muchos de ellos, tienen hasta 200 años que no han tenido ninguna modernización, por ello, el que, las órdenes religiosas aceptaron la instalación de las cámaras de video vigilancia.