Las autoridades dijeron que el pulgar derecho de la estatua, que ya estaba agrietado, se astilló al parecer por un rayo que cayó la noche del jueves durante una tormenta.
El dedo medio de la mano derecha también se había astillado en otra tormenta ocurrida el mes pasado.
La estatua de 38 metros de altura está asentada sobre una escarpada montaña y con frecuencia es objeto de golpes, tormentas y rayos.
La estatua fue renovada en 2010 a un costo de cuatro millones de dólares. Entonces, se repararon varias piezas correspondientes a su cara y manos que estaban erosionadas.
La Arquidiócesis de Río de Janeiro tiene a su cargo la administración de la estatua. El sacerdote Omar Raposo dijo a radio Globo que pronto se harán las reparaciones.
Dijo que la iglesia tiene fragmentos de la piedra que originalmente fue usada para construir la estatua, erigida en 1931.