La batalla mediática y de redes sociales se centró en dos frentes: uno, el que sostuvieron los equipos de Cordero y Madero por la pifia discursiva del exsenador de la República. En otro, Javier Lozano y el Comité Directivo Estatal, que preside Rafael Micalco, se enfrascaron en la discusión sobre una posible amonestación al senador por Puebla.
Por la mañana inició la ofensiva del equipo de campaña de los maderistas-morenovallistas. La diputada federal Blanca Jiménez y su séquito aprovecharon el lapsus verbal de Ernesto Cordero, para exigir la renuncia de Ernesto Cordero a la candidatura a la dirigencia nacional del PAN.
Ana Teresa Aranda, integrante de la planilla de la dupla Ernesto Cordero-Juan Manuel Oliva, irónica, afirmó que “todos los panistas con empleo” están del otro lado y que a la rueda de prensa para denostar a Ernesto Cordero se siguieron “instrucciones de Casa Puebla” con la intención de “subir al ring” al equipo de Cordero en Puebla y menguarlo en la ventaja que la dupla Cordero-Oliva lleva sobre Gustavo Madero en la disputa por la dirigencia nacional del blanquiazul.
El senador Javier Lozano Alarcón aseguró que la amonestación que le impuso el Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN obedece a un tema “personal” y adelantó que, en caso de que no se rectifique la sanción impuesta, acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Lozano mostró un documento en el que se señala que Gustavo Madero Muñoz, aspirante a la dirigencia nacional del PAN, rebasó en un 34 por ciento el tope de gastos de campaña.