Rodolfo Celio Murillo, exvicepresidente del Colegio de Alergología e Inmunología del estado de Puebla, dio a conocer que consumir frutas y verduras que son regadas con aguas residuales puede causar severos daños al organismo, incluso los parásitos y las bacterias que se adhieren a ellos ocasionan perforaciones en el intestino.
Indicó que las aguas negras que se utilizan para regar los sembradíos de la región llevan algunos parásitos, colibacilos y hongos, los cuales se puede fijar a plantas, frutos u hojas y de no hacerse una buena maniobra al desinfectarlos, pueden transmitir enfermedades diarreicas o la faciloepática que se transmite en fresas o productos que se comen crudos en ensaladas.
Celio Murillo dijo que estos desechos, al ser consumidos afectan al ser humano al grado de causar problemas muy severos en la salud; en el caso de la faciloepática, este es un parásito que se introduce en el hígado y causa daños hepáticos; de igual manera, la salmonella y las amibas pueden ser transmitidas por este medio.
Y es que la falta de buenos hábitos como desinfectar las frutas y las verduras de manera adecuada, contribuye en este tipo de enfermedades; “actualmente está de moda comer sano y natural, pero si no se lleva a cabo el proceso de eliminación de esos parásitos puede resultar contraproducente consumir ensaladas; por eso, es importante utilizar antisépticos y lavar con cepillo y jabón para después consumir los alimentos”.
Dependiendo de cuál sea el agente causal, la reacción o los primeros síntomas se presentan después de ciertas horas o al otro día de haber consumido productos contaminados. El especialista ejemplificó que en el caso de contraer shigella, este parásito produce sangrado intestinal, es invasiva, hay evacuaciones con sangre e inclusive puede haber perforación intestinal.
Agregó que la amiba también puede perforar el intestino, pero actúa de forma menos agresiva, causa pequeñas diarreas, baja de peso en los menores de edad, lo cual a la larga puede derivar en anemia y desnutrición.
“Es como jugar a la ruleta rusa, entre más malo sea el parásito o bacteria que nos toque, nos puede causar daños más severos.”
Sin datos precisos
Mientras tanto, ni el Organismo Operador del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Tehuacán (OOSAPAT) ni el Departamento de Ecología y Medio Ambiente tiene un registro exacto de cuántas empresas desechan aguas negras, el encargado del área de Ecología y Medio Ambiente, Juan Daniel Gámez Muriño, dio a conocer que no existe un registro como tal, solo dijo que no es un dato relevante para este departamento puesto que todas las empresas que cuentan con sus constancias de cumplimiento ambiental están reguladas en ese sentido.
Sin embargo, tampoco supo informar sobre el número exacto de empresarios que cuentan con este tipo de documentación, “no podría dar el dato, además de que no es información relevante”, dijo de manera contundente.
Por otro lado, el director del OOSAPAT, Raúl Arandia Jiménez, señaló que tampoco cuenta con una cifra exacta, pero calculan que son alrededor de 2 mil empresas —entre restaurantes, autolavados, maquiladoras y talleres mecánicos— las que contribuyen con aguas residuales a las cuales se les cobra un costo por el saneamiento —mismo que se cuantifica de manera mensual—, pagos que se emiten a la Comisión Nacional del Agua (CNA), encargada de vigilar que los cultivos no sean irrigados con aguas residuales.
Señaló que estas empresas deben tener trampas de grasas o, en su defecto, plantas de tratamiento para procesar sus aguas; en caso de no cumplir con ello se emiten sanciones que van desde 567 mil pesos hasta 56 mil 700 pesos. Mencionó que las aguas residuales van al drenaje de Valsequillo que desemboca en el Zotolín, pasan por las juntas auxiliares de San Diego Chalma, San Pablo Tepetzingo y Santa Cruz A. Capa, posteriormente se van al río Tehuacán que se ubica en las faldas del cerro colorado, llegando hasta la zona de Coxcatlán.
Sobre la planta tratadora de agua
Los 129 millones aún no le son devueltos al ayuntamiento, el juicio sigue su curso, pero mientras Conagua alista otro proyecto ejecutivo que tiene un costo de un millón 300 mil pesos, el cual se realiza con fondos federales; al OOSAPAT le corresponde pagar 122 mil pesos, los cuales fueron depositados desde hace tres meses.
El proyecto ejecutivo lo inició Conagua mediante una empresa, de la cual Arandia Jiménez dijo desconocer el nombre y los detalles de dicha propuesta; se calcula que a finales de este mes el proyecto termine y una vez teniéndolo se analizará cómo financiarán la obra así como su licitación. Aseveró que antes que nada se cuenta con el espacio para que la construcción de la planta tratadora de agua de seis hectáreas en la junta auxiliar Santa Cruz A. Capa.