Con el propósito de alargar el periodo de vida de los duraznos (poscosecha), alumnos y docentes de la Universidad Tecnológica de Huejotzingo (UTH) trabajan en un proyecto de investigación para lograrlo.
De acuerdo con la profesora de tiempo completo y encargada del taller de laboratorio de Frutas y Hortalizas, y del laboratorio de Vida Útil de la UTH, María Luna Dimas quien indicó que el proyecto denominado Durazno inició por la inquietud de los alumnos que estudian la carrera Técnico Superior en Procesos de Alimentos para aportar un beneficio a todos los productores del fruto en la región.
“En nuestra entidad existen 68 municipios que se dedican al cultivo de durazno; entre ellos destaca Acajete y Huejotzingo, con la participación de aproximadamente 2 mil productores que levantan una cosecha de 13 a 15 toneladas por año.
”Sin embargo, uno de los problemas que hoy en día enfrentan nuestros campesinos es que el tiempo de vida del fruto en el anaquel o simplemente del traslado del municipio al centro comercial y de ahí a la casa es mínimo, generando una gran merma en la comercialización y una pérdida en su inversión”, explico Luna Dimas, tras destacar que el propósito final es prolongar la vida poscosecha del durazno utilizando “metodologías limpias” que permitan mantener los atributos de calidad por más tiempo.
Además, refirió que tanto las frutas y las verduras son alimentos conocidos por su alto valor nutricional, de ahí que se recomienda una ingesta diaria de cuatro a cinco porciones; sin embargo, recalcó que estos productos perecen rápidamente, por lo que reconoció la inquietud e interés de los alumnos, seguido del apoyo y compromiso ético y social de la UTH.
Maira Luna subrayó que el objetivo de este proyecto es obtener un producto natural y seguro que mantenga su calidad, afecten al mínimo las propiedades sensoriales y mejoren su característica nutricional.
“La materia prima es sometida a un proceso de extracción de compuestos antioxidantes y antimicrobianos, y posteriormente se micro encapsulan para su aplicación”, mencionó luego de explicar que en su área trabajan con diferentes aditivos y antimicrobianos —en diferentes concentraciones— para llevar a cabo las pruebas y los análisis necesarios para determinar cuál es la cantidad exacta que se aplica en el producto final. Además, indicó que las sustancias micro encapsuladas son puestas en pequeñas bolsas, las cuales deberán colocarse en envases junto con el producto fresco.
“La humedad dentro del envase debilita las uniones del compuesto bioactivo y la beta-ciclodextrina, con lo que se liberan las sustancias de forma paulatina y controlada (…) esta tecnología nos permitirá incrementar el periodo de vida del fruto hasta por 3 semanas, tentativamente.”
Por último, la encargada del taller de Frutas y Hortalizas y del laboratorio Vida Útil de la UTH, indicó que el proyecto prevé concluirlo en un plazo no mayor a 3 meses aproximadamente, por lo que confía que los resultados de los análisis, pruebas sensoriales y demás investigación sea un éxito para beneficiar a todos los productores de Huejotzingo y de aquellos que deseen la aplicación de esta tecnología poscosecha para preservar por más tiempo sus frutos.