Un entierro prehispánico con los esqueletos de 12 individuos, entre éstos uno correspondiente a un recién nacido, fue descubierto durante la construcción de un colector pluvial frente al templo católico de Santiago Xicotenco.

En la calle Maximino Ávila Camacho, entre la 6 y 8 Norte-Sur, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia hallaron también objetos de cerámica que acompañaban a las osamentas, así como un muro de la época colonial.

Es probable que los restos humanos pertenezcan al periodo clásico medio que va de los años 1100 al 1321 de nuestra era, es decir que su antigüedad es de, al menos, 800 años, informó el investigador Ashuni Romero Butrón, a cargo del salvamento por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Entrevistado durante las excavaciones comentó que desde antes de que iniciaran las obras los vecinos anticiparon que “iban a encontrar muchos entierros porque había un panteón, contiguo a la iglesia de Santiago Xicotenco”.

Sin embargo, los esqueletos, algunos casi completos, son de la época prehispánica y fueron localizados a poca profundidad, a menos de dos metros del pavimento.

Romero Butrón mencionó que fueron encontrados dentro de una especie de agujero que indica un enterramiento que posteriormente fue cubierto con ceniza volcánica.

En la misma cuadra se encontró un basurero de la época colonial que fue tapado casi de inmediato, después de obtener algunas muestras.

Poco más adelante, entre la 8 y 10 Norte-Sur se detectó una gran cavidad de la época prehispánica, aunque la mitad fue destruida por la maquinaria que se utiliza para la construcción del colector pluvial.

El arqueólogo del INAH comentó que la mayoría de las osamentas pertenecen a hombres, aunque el sexo de los individuos se sabrá con mayor precisión a través de un análisis de laboratorio. En el caso de los restos del recién nacido aparentemente son de la época colonial.

La construcción del colector pluvial del barrio de Santiago Xicotenco inició el 30 de octubre, mismo día en que Cholula recibió el nombramiento de Pueblo Mágico. La obra apenas lleva la primera etapa por los descubrimientos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.