Una de las tradiciones que han distinguido al municipio de Tochimilco durante la conmemoración de los festejos a los fieles difuntos es la colocación de monumentales altares, hechos con papel picado, que para este año incluirá la colocación de 42 ofrendas nuevas. Así lo dio a conocer el director de Turismo, Jonathan Soberanes Martínez.

En rueda de prensa en la capital poblana, el funcionario municipal informó que las personas de Tochimilco que perdieron a algún ser querido durante el año ya se encuentran preparando los altares para recordar a su familiar. Altares y ofrendas en las que se llegan a gastar de 5 a 30 mil pesos, todo dependerá del tamaño, los adornos y, principalmente, de la economía de cada familia.

Al respecto, comentó que los altares y ofrendas tienen 500 años de antigüedad; en ese sentido, destacó el orgullo y arraigo de la gente de Tochimilco para mantener y preservar esta tradición milenaria.

Asimismo, resaltó que los altares de Tochimilco se caracterizan y se distinguen por estar elaborados con papel picado —que es una artesanía del lugar—, cartulina blanca y papel dorado; con ofrendas que se dividen entre los difuntos chiquitos y los adultos.

Además, ejemplificó que en el altar de los niños se colocan dulces, chocolate, juguetes y comida sin picante; mientras que a los adultos se les consiente con alimentos que les gustaban en vida y otras cosas como bebidas alcohólicas, cigarrillos y artesanías, además del incienso, las flores, el pan tradicional, las imágenes religiosas y la fotografía del difunto.

También, refirió que los altares están hechos de forma escalonada pues, según la creencia, el primer escalón representa el ultramundo; el segundo, la unión entre el cielo y la tierra, y el último, el cielo, razón por cual se coloca una imagen religiosa.

“La tradición comienza desde el 28 de octubre y termina el 2 de noviembre, día en el que se celebra la máxima festividad de los muertos en México. Particularmente en Tochimilco, las familias acostumbran llevar flores a las tumbas de sus familiares fallecidos, colocan veladoras, sahumerio y realizan oraciones sobre las tumbas. El cementerio se cubre de flores y luces en el día y en la noche. Es un claro ejemplo de sincretismo entre fe, cultura y naturaleza, que aún dejan ver la mezcla de las culturas prehispánicas y españolas”, mencionó.

Atractivos del lugar

Por otro lado, Soberanes Martínez resaltó que, además de la exquisita gastronomía del lugar —que incluye el tradicional pan de muerto y los “mamones”—, las personas podrán adquirir artesanías de temporada como las calaveritas o figuras elaborados con azúcar glass; o bien, el tejido de blusas que se trabaja en la localidad de Yancuitlalpan, así como la pintura en tela, cestería de la localidad de Alpanocan, el bordado de listón y tejidos con estambre.

Entre los atractivos turísticos, se encuentran el exconvento de Nuestra Señora de la Asunción, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año de 1994; la Fuente de los Sabores, construida en el siglo XVI; el acueducto del siglo XVI, el templo del Señor del Calvario, joya arquitectónica del siglo XVII, y el relieve de san Francisco de Asis, tallado en madera en el siglo XVI.

Finalmente, Soberanes Martínez hizo extensiva la invitación a todas las personas para que asistan a esta festividad del Día de Muertos y sean partícipes de esta tradición que continúa viva gracias al fervor y creencia de su pueblo.