La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el relleno sanitario de Quecholac, luego que un grupo de ciudadanos acusó, desde hace varios meses, la contaminación ocasionada por este lugar.

Adriana Guzmán Ramírez, integrante del Comité Ciudadano que exige el cierre y remediación de las afectaciones del tiradero, explicó que ahora esperan que las autoridades federales sancionen a la empresa Biosinergias Ambientales y a los ayuntamientos de Quecholac, Palmar de Bravo, General Felipe Ángeles y Tecamachalco, por no mantener vigilado el relleno.

Detalló que el personal de la Profepa acudió al sitio alrededor de las 15:00 horas del martes, debido a la denuncia que los pobladores hicieron ante la dependencia el pasado mes de enero.

Indicó que la procuraduría confirmó que el caso ya se encuentra en análisis jurídico, por lo que en los siguientes meses se aplicarán sanciones, además de que se tendrá que trabajar en la remediación de las afectaciones.

Por lo pronto, agregó, con los sellos no es posible entrar al relleno y, mucho menos, sacar la maquinaria que se encuentra en el interior.

También dio a conocer que el pasado 12 de marzo, funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) acudieron a hacer una inspección al sitio, sin embargo, no hubo nadie presente para atender la diligencia.

En total, 22 municipios de la región tiraban sus desechos urbanos en el confinamiento que está a cargo de la firma Biosinergias Ambientales.

Las inconformidades de los habitantes de Quecholac crecieron por el mal manejo de la basura, lo que provocó la filtración de los líquidos generados (lixiviados), con el riesgo de que alcanzara los mantos freáticos y las tierras de cultivo de la región.