Cansados porque desde hace más de quince años las delegaciones estatales de la Profepa, Semarnat y CGE desatienden a las demandas, un centenar de habitantes del barrio de San Pedro en San Pablo del Monte, marcharon por las calles de la capital y se plantaron frente a las instalaciones de la Profepa.

Con pancartas y aparatos de sonido exigieron hablar con el delegado de la Profepa, Ramiro de la Cruz Díaz, pero mandó a cerrar el portón principal, situación que enardeció a los manifestantes, quienes exigieron que en ese momento renunciara porque se confirmaba su ineptitud.

Al  frente de los manifestantes se identificaron Alfredo Tela Romero, Plácido Calyecac Roque y Cirilo Cenón Tela Capilla quienes indicaron que gracias a que la Profepa no actúa, en la actualidad en San Pablo del Monte existen alrededor de 80 fundidoras clandestinas.

Afirmaron que otras 40 cuentan con permisos o de alguna manera regulan sus emisiones a la atmósfera, sin embargo, las otras 80 lo hacen sin adoptar las medidas mínimas de prevención de la contaminación y su actividad la realizan por las noches.

Es así como diariamente se funden miles de toneladas de fierro de todas clases, lo que significa una fuerte carga de emisiones de todo tipo en el que predomina el plomo de pintura.

Afirmaron que un ejemplo de lo que ocurre es la empresa Gasa o Independencia, al igual que las demás fundidoras ilegales, a través de sus emanaciones y escorias, contienen lo que se llama metales pesados y elementos químicos.

Además de elementos tóxicos como arsénico, cromo, cobalto, niquel, cobre, zinc, plata, cadmio, mercurio, titanio y plomo, entre otros que son la causa de sospecha de casos de leucemia y cáncer entre la población, además de ser detonadores de otroas enfermedades en los ojos y las vías respiratorias.