Convencido de que para el Estado “no es opcional” combatir el crimen, el presidente Felipe Calderón se pronunció por consolidar una verdadera política en seguridad, que trascienda gobiernos “y también las fronteras de los partidos políticos o de las ideologías”.
Al iniciar el Diálogo con la UNAM en materia de seguridad, el mandatario retomó las palabras del rector José Narro, quien ha dicho que no se puede permitir que las políticas públicas de seguridad se subordinen a los intereses políticos particulares, de partidos o de fracciones.
“No puedo más que compartir ese postulado. Coincidimos en que la seguridad es una cuestión de Estado que nos exige a todos, sentido y responsabilidad de Estado”, estableció el Ejecutivo federal en el encuentro celebrado en el Alcázar de Chapultepec.
Se pronunció por una política de Estado que se asuma como lo que debe ser, “más allá de la tarea de un mero hombre, de un gobierno, de un nivel de gobierno o de un solo Poder”, pues en el esfuerzo se requiere de la participación de todos, de los gobiernos, de los Poderes, de los académicos, pensadores y de toda la sociedad.
Acompañado por su esposa Margarita Zavala y diversos secretarios de Estado, Calderón Hinojosa subrayó que “todos tenemos la obligación moral y ética de trabajar con altura de miras, poniendo por encima de cualquier otra consideración el interés del Estado”.
“El tema que hoy nos convoca requiere que todos nos comportemos a la altura de lo que México demanda y que busquemos juntos soluciones estructurales y de largo plazo a este problema”, indicó el gobernante.
Declaró que la violencia que ha dañado al país, que hace 11 días lastimó profundamente a Monterrey, Nuevo León, y que asola a muchas regiones, es lo que mueve a la acción por un México mejor.
Abundó que como presidente, mexicano y padre de familia le duele ver segada la vida de jóvenes inocentes, policías, soldados y marinos caídos mientras protegían la seguridad de las familias, y en especial que los delincuentes sigan reclutando adolescentes, que son víctimas de la violencia criminal.
Esa situación obliga a actuar con firmeza para enfrentar a los delincuentes e impedir que sigan lastimando a la sociedad; “por eso estamos obligados a trabajar para construir la nueva institucionalidad, que nos permita hacer realidad el México de paz que anhelamos”.
Reconoció que se ha discutido mucho sobre la estrategia en materia de seguridad y el papel del Estado; “lo que me parece a mí que no debe estar en ningún momento bajo discusión, es el hecho de que para el Estado no es opcional combatir o no al crimen”.
“Es mi convicción que garantizar el respeto a la ley es la primera responsabilidad y la razón de ser de la autoridad. Es el primer mandato que todo servidor público, desde el presidente de la República hasta el último de los regidores del país hacemos ante la Patria: guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes”, señaló.
El presidente de la República subrayó que se trata de un imperativo categórico, en el plano Constitucional pero también en el ético, pues constituye el deber ser del Estado.
Comentó que si se reconoce que esa es la principal función del Estado, y que es una responsabilidad absolutamente indeclinable, “creo que a todos nos corresponde trabajar para fortalecer la estrategia nacional de seguridad”.
Asimismo insistió en la total disposición del gobierno mexicano para revisarla, precisarla y mejorarla, “para verdaderamente adaptarla a las cambiantes circunstancias que se viven en el país”.
“Estamos decididos a conseguir nuestro objetivo y dispuestos a desarrollar nuevos esquemas que propicien un mayor compromiso de todos: de las autoridades involucradas, y que permitan también una mayor participación ciudadana”, expuso.
Calderón Hinojosa reconoció el trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para dialogar sobre la seguridad de los mexicanos con el Congreso de la Unión, las fracciones legislativas y los partidos, así como para alcanzar con ellos acuerdos puntuales para avanzar en esta tarea.
Mencionó que el documento de la UNAM es un valioso aporte para consolidar el esfuerzo en la materia, percibió muchos puntos de coincidencia y algunos de diferencia, y destacó la oportunidad de un debate constructivo que abone al trabajo por la seguridad de los mexicanos.
“Podremos estar de acuerdo, estoy seguro, en muchas cosas, verdaderamente en la mayoría, y en respetuosa discrepancia en otras, como de hecho lo estamos”, expuso.
Sin embargo “lo importante es estar siempre abiertos a nuevas ideas, que más allá de los lugares comunes y los propósitos generales, se traduzcan en propuestas concretas, prácticas, realizables y que verdaderamente puedan ponerse en ejecución”, agregó.