“No caeremos en provocaciones, porque vamos a ganar el próximo 1 de julio”, exclamó Enrique Peña Nieto, candidato presidencial de la Coalición Compromiso por México, en su discurso proselitista en el centro de esta ciudad.

El candidato priista interrumpió su discurso para llamar la atención a unos jóvenes simpatizantes, que trataban de quitar una manta de inconformidad desplegada en uno de los balcones de un hotel frente a Plaza de Armas, donde se desarrollaba la concentración masiva.

El aspirante de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) hablaba de su intención de reestructurar la estrategia de seguridad en el país, cuando de pronto comenzó a gritar “joven de verde, joven de verde, no se la quiten. No vamos a caer en provocaciones”.

Esto porque observó como un grupo de inconformes desplegó una manta que decía “soy 132” en uno de los balcones del segundo piso del hotel, mientras simpatizantes la jalaban desde el palco inferior para tratar de quitársela.

Ese hecho llamó la atención de los miles de simpatizantes, que portaban playeras verdes, blancas y rojas, concentrados en la Plaza de Armas, que apenas alcanzó a llenarse y en reacción al jaloneo comenzaron a gritar “fuera, fuera, fuera”, en tanto que Peña Nieto afirmaba que, “nuestra propuesta es por la no violencia en México”.

Ante los gritos de “Peña, Peña, Peña”, los jóvenes levantaron la enorme manta, y el presidenciable continuó con su discurso sobre sus compromisos con el empleo y la seguridad pública.

Mujeres, hombres y niños se mantenían en la Plaza de Armas, calles y callejones aledaños, soportando el sol abrazador, que justo al medio día, cuando comenzó el mitin, soportaban la más alta temperatura de 28.5 grados centígrados, según el reporte meteorológico.

Sin embargo, los inconformes sacaron otra enorme manta, esta vez con datos sobre los feminicidios. Los abucheos en su contra y los gritos de “fuera, fuera, fuera” se intensificaron interrumpiendo de nueva cuenta al candidato, que pedía prudencia y en el micrófono abierto señalaba:

“Pese a quien le pese, le incomode a quien le incomode voy a seguir trabajando para buscar la cercanía con los mexicanos”, afirmó.

El acto distractor de los jóvenes manifestantes tuvo efecto y de nueva cuenta sacarron otra gigantesca manta, pero ahora con una foto de la cena entre Enrique Peña y el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, más intensos fueron los gritos de “vamos a ganar, vamos a ganar”.

Esa situación hizo que el discurso de Peña Nieto fuera de 20 minutos con cinco más de lo programado, debido a los llamados que hacía a los jóvenes y asistentes para no caer en provocaciones, que al final de cuentas no pasó a mayores.

El acto multitudinario duró alrededor de 45 minutos en total, ya que el mandatario zacatecano, Miguel Alonso Reyes, fue el primero en hablar y lo hizo justamente cuando las campanas de catedral marcaban las 12:00 horas.