Según Andrew Selee, director del Instituto de México en el Centro Internacional de Estudios Woodrow Wilson, a nivel local pareciera no haber muchas diferencias entre el PRI actual y el partido político que dominó a México durante décadas. Selee señaló que “lo que ha cambiado en el escenario nacional es que los ciudadanos mexicanos tienen otras expectativas de su gobierno federal y obligarán al PRI a gobernar de manera diferente a como lo hicieron hace 20 años cuando el partido influía en todo México, tenía una gran red de mecenazgos y apenas toleraba las disensiones al exterior del partido. El PRI de hoy deberá lidiar con los partidos de oposición que ya han probado el poder, una ciudadanía activa que espera ser incluida en la toma de decisiones políticas y una prensa muy atenta que reportará todo lo que ocurra.”
Selee señaló que las elecciones del domingo fueron más cerradas de lo esperado; Peña Nieto y los líderes del partido saben que ganaron por poco. “Me parece que el PRI sabe que tendrán que construir coaliciones para gobernar eficazmente”, agregó
Jorge Chabat, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que solo el tiempo tiene la última palabra.
“La verdad es que no sabemos bien a bien cómo es el PRI ahora”. Asimismo, agregó que tampoco se sabe con certeza qué tanta influencia tendrán los líderes de la vieja guardia del partido, algunos de los cuales tienen lazos cercanos con Peña Nieto. Antes, los candidatos presidenciales decían una cosa durante las campañas y al llegar al poder hacían otra. “No sabemos cómo se va a comportar… Ahora vamos a ver quién es Peña Nieto en realidad”, dijo Chabat.