Según los estudios elaborados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), contestar una llamada telefónica o “textear”, incapacita a quien está frente al volante. De hecho, en el caso de Jalisco, consumir entre dos y tres cervezas y manejar, amerita la aplicación de una multa, tal como significa usar el teléfono portátil.

De acuerdo a Roy Rojas, consultor en seguridad vial de la  OPS, “textear y conducir” es la nueva epidemia en las grandes ciudades.

Hay algunos aún más temerarios que portan pequeños audífonos conectados a sus teléfonos celulares para escuchar música o algún programa hablado grabado, cuando están en la conducción. En ese caso el riesgo es aún mayor. 

Compañías de seguros, con base en los siniestros que atienden, han señalado que 40 por ciento de los percances automovilísticos están relacionados con la distracción de usar el teléfono portátil, lo que se ha incrementado con la aparición de los smartphones.