El presidente Barack Obama se manifestó a favor de tener más control en la venta de armas, pero indicó que también buscará un consenso nacional para combatir la violencia.

Agregó que la responsabilidad de reducir el derramamiento de sangre también radica en los padres, vecinos y maestros para asegurar que los jóvenes "no tengan ese vacío dentro de ellos".

A seis días del ataque a tiros en un cine en Aurora, Colorado, que dejó 12 muertos, Obama prometió trabajar con los legisladores de ambos partidos para detener la violencia, no solo las masacres repentinas que han plagado a la nación, sino al constante crimen urbano que ha costado tantas vidas de jóvenes.

"No debemos dejar piedra sin voltear y reconocer que no tenemos una misión más importante que mantener seguros a nuestros jóvenes", declaró el mandatario en un discurso en la Liga Nacional Urbana.

Obama pidió que se incremente la revisión de antecedentes a personas que quieren comprar armas y elevar las restricciones para evitar que las personas con problemas mentales las adquieran. Agregó que esos pasos "no deben ser controvertidos, deben ser de sentido común".

Para Obama el discurso ante la Liga Nacional Urbana fue un acercamiento necesario a un bloque electoral que lo respalda abrumadoramente pero que ha soportado gran parte de la crisis económica.