La polémica por la concesión de la banda 2.5 GHz escaló este miércoles y tanto el presidente del Consejo de Administración de MVS, Joaquín Vargas, como la vocera de Los Pinos, Alejandra Sota, se enfrascaron en acusaciones mutuas por el tema.

Por la mañana, en conferencia de prensa, Joaquín Vargas hizo públicos mensajes de texto y correos electrónicos como muestra de que el gobierno federal condicionó su aval al proyecto de banda 2.5 GHz, a cambio de que Carmen Aristegui ofreciera una disculpa pública por la inferencia sobre el presunto alcoholismo del presidente Felipe Calderón.

Se refirió también a los obstáculos que enfrentó para mantener la concesión de la banda 2.5 y de los señalamientos que referían que no estaba dispuesto a pagar lo que el gobierno quería en retribución por la explotación de dicha frecuencia.

"Se ha hecho pensar que MVS no quiere pagar, lo cual es totalmente falso y queda demostrado, con este pretexto se ha retrasado al país cinco años en penetración de banda ancha", dijo Vargas, quien argumentó que en todo momento el gobierno del presidente Felipe Calderón le negó tal posibilidad.

En reacción a la versión difundida por Vargas, la vocera de Los Pinos, Alejandra Sota, salió ante los medios de comunicación en la Secretaría de Gobernación para dar su versión del caso.

Dijo que en ningún momento presionó a Vargas para acallar la voz de la periodista Carmen Aristegui, ni que ésta fuera condición para abordar el asunto de la banda tasada en 27 mil millones de pesos. No fue un 'berrinche presidencial', dijo.

Acusó a Vargas de echar mano del "chantaje político" para evadir el pago de la banda 2.5 GHz, que le pertenece a los todos los mexicanos.

Sota esgrimió que el gobierno de la República nunca pretendió atentar contra la libertad de expresión de periodista ni de medios.