Andrés Manuel López Obrador, expresó su descontento por la decisión que tomó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al declarar infundada la impugnación para anular la elección, y sostuvo que las instituciones están secuestradas "por la delincuencia de cuello blanco".

Dijo que ahora sólo queda la desobediencia civil como honroso recurso para expresar la inconformidad del Movimiento Progresista y de los mexicanos que lo apoyan y convocó a sus simpatizantes a una concentración en el Zócalo capitalino, el 9 de septiembre, a las 11:00 horas, para definir la ruta a seguir luego de la decisión de los magistrados.

Este mañana, en su casa de campaña, el tabasqueño insistió en que las pasadas elecciones no fueron libres ni autenticas, por lo que no concederá "la más mínima ventaja", aunque le sigan diciendo que es un mal perdedor o un loco.

Aseveró que a los "sostenedores de este Estado mafioso, traficantes de influencia, políticos corruptos, dueños y voceros de los llamados medios de comunicación y a otros integrantes del régimen" no les parecerá su postura.

"Ellos quisieran que aceptáramos el fraude electoral y que rápido entráramos en el juego de las negociaciones políticas, que en las actuales circunstancias sólo pueden significar arreglos cupulares o componendas en contra del bienestar del pueblo y de la nación", dijo.