La junta de accionistas del diario chileno La Nación, con el apoyo de los representantes del Estado, que posee un 69 por ciento de su propiedad, decidió cerrar y liquidar los bienes de ese histórico medio, que desde 2010 solo funcionaba en su versión digital.
El diario, fundado en 1917 y que actualmente daba trabajo a 117 personas, cerrará sus puertas en un plazo de entre siete meses y tres años.
El Gobierno defiende que no es conveniente tener un diario controlado por el Ejecutivo y que éste era deficitario, mientras que la oposición y el Colegio de Periodistas opinan que su desaparición agudizará el duopolio que, a su juicio, existe en la prensa chilena.
Los representantes del Estado votaron a favor del cierre en una junta de accionistas celebrada hoy.
En contra se manifestaron los sindicatos y los accionistas minoritarios, dueños del 31 por ciento restante, agrupados en su mayoría en la sociedad privada Colliguay, compuesta por tres particulares.
Los dueños de Colliguay adelantaron que demandarán al Estado porque consideran que no hay razones económicas que justifiquen el cierre de la sociedad ya que, aseguran, ésta obtenía unos beneficios de 2 mil millones de pesos anuales (unos 4 millones de dólares).
En tanto, los sindicatos presentaron horas después un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago con el fin de revertir esa decisión.
Antes de llegar a La Moneda, el presidente Sebastián Piñera cuestionó la orientación del periódico por, según dijo, haberse convertido, durante los veinte años en que la coalición de centroizquierda estuvo en el poder (1990-2010), "en una fábrica de propaganda de los Gobiernos de turno".
En sus primeros meses de mandato, Piñera aseguró que su Gobierno se debatía entre reformar el rotativo o bien venderlo.
Finalmente, en noviembre de 2010, el directorio decidió, por razones económicas, que el periódico dejara de circular en versión impresa y sólo se difundiera a través de Internet.
Aunque en los últimos años su tirada era ya muy escasa, su desaparición de los quioscos consolidó la posición de las dos principales empresas editoras de diarios, El Mercurio y Copesa (La Tercera), que concentran el 90 por ciento del mercado.
"Pensamos que lo mejor es que los gobiernos no tengan medios de comunicación a los cuales influir en sus líneas editoriales o líneas informativas", defendió hoy el portavoz del Ejecutivo, Andrés Chadwick.
El presidente del Colegio de Periodistas y ex director de La Nación, Marcelo Castillo, aseguró a radio Cooperativa que era "la evidencia y la constatación de que se podía hacer otro periodismo diario" y deploró que "estamos en un país en el que no hay diarios de oposición, algo que ocurre solo en dos países de América Latina".
El periódico estaba editado por la Empresa Periodística La Nación S.A., que también difunde el Diario Oficial de la República de Chile, publicación que era la principal fuente de ingresos de la compañía y que pasará ahora a depender del Ministerio del Interior.
Queda aún por determinar cuál será el futuro del archivo histórico de La Nación, que fue fundado en 1917 por el periodista, abogado y político Eliodoro Yáñez, y tiene su sede en un edificio frente al Palacio de la Moneda, sede del Gobierno.
"Ese archivo en el mejor de los casos se va a privatizar, y lo más probable es que alguno de los grandes consorcios periodísticos lo compre y para poder tener acceso a él va a haber que pagar", advirtió Marcelo Castillo.
Este domingo, periodistas y representantes de sindicatos se reunieron en un acto cultural en Santiago para manifestarse contra el posible cierre del diario, que finalmente se decretó hoy.
El Estado también posee una televisión pública, Televisión Nacional, cuyo futuro no se ha puesto en entredicho.