La Procuraduría General de la República y la División Científica de la Policía Federal han puesto el ojo en las actividades del grupo de hackers Anonymous y su presunta autoría en distintos ataques cibernéticos a páginas gubernamentales e institucionales a raíz de las elecciones presidenciales del 1 de julio.

Lo anterior revela que ambas instancias de seguridad del gobierno federal han tomado interés en el poderoso grupo de hacktivistas, que en las pasadas elecciones presidenciales jugó, por primera vez, un papel altamente visible y al que se responsabiliza de una decena de ataques a sitios oficiales.

En respuesta a una petición basada en la Ley de Transparencia, la Policía Federal advirtió que todos los informes en su posesión sobre Anonymous y sus acciones de protesta durante la campaña electoral estarán clasificados durante seis años, debido a que forman parte de una “investigación de delito”, es decir, una pesquisa en proceso.

Al mismo tiempo, el Instituto Federal Electoral repuso ante la solicitud de información UE/12/04528 que la PGR predijo un ataque y envió un correo electrónico al Partido Verde Ecologista de México, el 23 de mayo, en el que le alertaba de antemano sobre un inminente intento de Anonymous por dejar fuera de línea sus servidores.

“Nos enteramos (del ataque) porque recibimos un mail de la PGR y fue cuando Anonymous saturó la página para tumbarla. La solución que le dimos fue que se cambió de servidor y por dos días aproximadamente no hubo acceso a la página”, indicó el Verde Ecologista, que no especificó cómo la procuraduría obtuvo los datos que le permitieron dar una alerta anticipada sobre el incidente.

Tanto la PGR como la Policía Federal declinaron hacer declaraciones para este diario sobre el tema —y sobre si hay denuncias abiertas contra Anonymous u organizaciones similares— debido a que se trata de investigaciones en curso. 

Según cifras de la Policía Federal contenidas en la respuesta a la solicitud de transparencia 0413100084312, el número de ataques a páginas oficiales se disparó a cifras inéditas durante las campañas electorales: los incidentes informáticos crecieron marcadamente entre abril y agosto de 2012 en comparación con el mismo lapso del año anterior. Subieron 30 por ciento.