Personal de diversas dependencias y corporaciones mantienen labores de peritaje, limpieza y remoción de escombros en la zona afectada del Centro Administrativo de Pemex en esta capital, para garantizar la reanudación de las actividades a partir de este miércoles.
A cinco días del accidente en el sótano del edificio B2 del Centro Administrativo de la paraestatal, que ha provocado hasta el momento la muerte de 37 personas, quienes participan en esas labores se turnan para la aplicación de un protocolo internacional establecido para estos casos.
El representante de la coordinación de la Delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) para la Ciudad de México, Pedro Luis Benítez Vélez, detalló que es la Secretaría de Gobernación la responsable de cumplir con este protocolo internacional, a través de Protección Civil.
La primera fase, dijo, es de búsqueda y rescate de heridos, la segunda es de búsqueda de personas fallecidas e inicio de trabajos de investigación criminalística, y la tercera es el inicio de la remoción.
Durante un recorrido por la zona afectada ofrecido a representantes de medios de comunicación, el funcionario aclaró que estas fases no concluyen de golpe, sino que "quedan semiabiertas" para garantizar el adecuado manejo de hechos.
Así, la segunda fase de búsqueda de personas fallecidas queda abierta en lo que inicia la tercera e, incluso, después que concluyan los trabajos de la tercera por el tiempo que se requiera.
Durante el recorrido se pudo ingresar a la zona afectada por el edificio B1, toda vez que la fachada del edificio B2 se encuentra cubierta por una manta que dice "Pemex más unido" y los emblemas del sindicato petrolero y de la paraestatal.
En ese sitio, Benítez Vélez explicó que por ese acceso los equipos de rescate ingresaron desde el jueves a auxiliar a los afectados y sacar a heridos y muertos del edificio contiguo y cuya entrada es enmarcada por el busto del general Lázaro Cárdenas.
De acuerdo con los técnicos, precisó, la emanación de gas y su conflagración empezó del lado sur del edificio en un conjunto de pilotes de color azul, donde iniciaron las labores de peritaje y que permitieron detectar dicha fuga.
A pesar de la detonación, aseguró, no sufrieron daños muchas de las estructuras principales, aunque se procede a su revisión para garantizar que no represente un peligro de colapso.
Entre los investigadores que desde el inicio del operativo de rescate colaboran en el lugar se encuentran miembros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Asimismo, en el lugar permanecen representantes de tres compañías extranjeras, como por ejemplo un grupo inglés especializado en daños en este tipo de incidentes y especialistas de Estados Unidos, así como peritos de la PGR.
De acuerdo con Benítez Vélez, dichos investigadores continúan con sus trabajos con espectrómetros de gases, para garantizar que no haya otro tipo de fuga peligrosa.
Mientras tanto, en los alrededores se aprecia constante movimiento de elementos del Ejército Mexicano y Cuerpo de Bomberos, entre otros, que al terminar sus turnos de trabajo se dirigen a los camiones comedores que fueron instalados en la parte trasera del Centro Administrativo.
En el exterior, todavía algunos representantes de medios de comunicación permanecen atentos y en espera de más información, previo al reinicio de actividades a partir de este miércoles 6 de febrero.
El titular de la PGR, Jesús Mirillo Karam, dio a conocer este lunes los resultados preliminares de los peritajes realizados por expertos nacionales e internacionales, quienes determinaron que el estallido fue causado por una acumulación de gas en el sótano del edificio B2 del Complejo Administrativo de Pemex.
Hubo una explosión difusa, lenta y definida, causada por la acumulación de un gas, expuso el procurador.