El gobierno de México busca el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con Perú, en el contexto de la Alianza del Pacífico, afirmó hoy el canciller de aquel país José Antonio Meade, quien realiza una visita de trabajo en Lima.
El diplomático, quien participará con su par peruana, Eda Rivas, en la novena Reunión del Mecanismos Permanente de Consultas Políticas, destacó la importancia de Perú en la conformación de la Alianza del Pacífico y las negociaciones bilaterales previas.
Resaltó que estas reuniones previas, que sirvieron para crear un espacio común específico con Perú, también llevaron a la firma de un tratado de libre comercio (Acuerdo de Integración Comercial Perú- México), suscrito el 6 de abril del 2011 y que entró en vigencia el 1 de febrero del 2012.
En declaraciones a la cadena radial RPP, Meade subrayó que los gobiernos de su país y de Lima trabajan para que se consoliden los vínculos bilaterales en el marco de la Alianza del Pacífico, donde se genera una dinámica integracionista positiva para los cuatros miembros, México, Chile, Colombia y Perú.
Este bloque regional, que se creó el 28 de abril del 2011 y se formalizó mediante la denominada Declaración de Lima, representa alrededor del 40 por ciento del producto bruto interno (PBI) de Latinoamérica.
Pese al optimismo y a los avances alcanzados, Meade reconoció que todavía falta que trabajar en el andamiaje jurídico para continuar el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
Durante su estadía en Lima, Meade será recibido por el presidente Ollanta Humala, a quien transmitirá la invitación de su par mexicano Enrique Peña para que participe en la próxima Cumbre de la Alianza del Pacífico, que se llevará a cabo en México en junio.
El jefe de la diplomacia mexicana también resaltó que actualmente existen buenas relaciones personales entre Peña y Humala.
Con esta visita, el canciller mexicano cumple su segundo periplo en Perú, después que el año pasado visitó por primera vez Lima, acompañando al mandatario mexicano.
México y Perú mantuvieron durante 2013 un intercambio comercial de 2.300 millones de dólares, con superávit a favor de la nación norteamericana por 1.060 millones de dólares, lo que reflejó un incremento del 20 por ciento en comparación al año anterior.