Detrás del uso de la mariguana, que bien utilizada puede tener consecuencias benéficas, se esconde un drama humano y una problemática social que no se puede ignorar, señaló el cardenal Norberto Rivera Carrera.

 

 

 

Al inaugurar el “Foro sobre mariguana”, dijo que la sociedad y especialmente los responsables de gobierno y del desarrollo de las políticas públicas no pueden diseñarlas a la medida de peticiones individuales y egoístas, sino con la dimensión exigente del bien común y de la promoción de la dignidad humana.

 

“Lo peor que nos puede pasar es que ante los problemas que no podemos solucionar tomemos el camino de legalizar los problemas, condenando con ello a los jóvenes, riqueza y esperanza de nuestra patria, y a las nuevas generaciones a un mundo sin remedio que ellos, tarde o temprano, tendrán que reordenar”, expuso.

En la Universidad Pontificia de México el también arzobispo primado de México añadió que éste es un tema emblemático “de algo mucho más profundo que tiene que ver con muchas otras formas de autodestrucción propiciada por criterios vacíos que comercializan con la muerte”.

Sin embargo no se trata de expresar una condena genérica y sin matices sobre una problemática humana ampliamente extendida, sino de encontrar los aspectos positivos de la naturaleza que, manejados por la ciencia con conciencia, tienen siempre una aplicación en beneficio de cada persona.