Diconsa trabaja en forma coordinada con los Consejos Comunitarios de Abasto (CCA) y representantes del sector privado en el trazado de estrategias que permitan a los habitantes mejorar su calidad de vida.
En un comunicado, expuso que sus esfuerzos, desde el ámbito de la alimentación, coadyuvan a combatir también otras carencias sociales como educación, salud, seguridad social, vivienda y servicios de la vivienda.

Señaló que con el propósito de abastecer de alimentos sanos y contribuir en la seguridad alimentaria, inclusión social, disminución de los niveles de pobreza y carencias sociales, Diconsa mantiene en operación 300 almacenes centrales y rurales.

Esos almacenes distribuyen la canasta básica, conformada por 23 productos: 18 alimenticios y cinco de higiene personal y limpieza, en más de 27 mil tiendas comunitarias, 300 tiendas móviles y 153 Centros de Atención a Beneficiarios (CABE) en todo el país.

Mediante el Programa de Abasto Rural (PAR) da cobertura a más de 67 por ciento de las localidades de alta y muy alta marginación en las 32 entidades del país.

En la canasta básica destacan los productos marca propia que fueron enriquecidos y fortificados con apoyo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Además, la paraestatal distribuye otros alimentos que tienen un componente local, es decir, la distribuidora trabaja directamente con los productores de los estados para la compra de sus cosechas, siempre y cuando se encuentre un balance entre calidad y certeza en la entrega.

Diconsa mencionó que en el último año compró a productores sociales más de 214 mil toneladas de maíz y más de 32 mil de frijol, equivalentes a 31.1 y 61.2 por ciento de las compras totales nacionales, respectivamente.