Los poderes Ejecutivo y Legislativo, en una reunión sobre detalles del T-MEC, han rechazado la propuesta de inspección laboral de Estados Unidos a los centros de trabajo mexicanos, acepta cambios en materia ambiental y propone un lapso de cinco años para que el acero fundido sea 70% de origen norteamericano, pero rechaza ese parámetro para el aluminio.

Tras conversaciones privadas entre representantes del gobierno federal y los senadores de todos los grupos parlamentarios, encabezados por Ricardo Monreal y Mónica Fernández Balboa, presidentes de los órganos de gobierno del Senado, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, fue el encargado de detallar las decisiones en torno a esos cuatro temas.

 

 

Ebrard informó que esa es la posición que Jesús Seade transmitirá de inmediato a los negociadores de EU, desde hoy mismo o si es necesario viajará al vecino país del norte.

El pasado 3 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la propuesta de los legisladores de Estados Unidos para permitir a sus "inspectores" laborales supervisar la aplicación de una reforma laboral.

"Nosotros no aceptamos eso, o sea, el que haya una especie de inspectores para ver si una empresa cumple con lo establecido por la ley… Este tema es complejo, pero lo estamos atendiendo con toda claridad, con toda transparencia", explicó el mandatario.

La reforma laboral, dirigida a fomentar la democracia sindical, representó una de las principales demandas en la negociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) de libre comercio.

López Obrador indicó que, en lugar de los inspectores laborales, el gobierno mexicano proponía un panel de solución de controversias, en el que participen representantes de los países involucrados más un integrante neutral.

Con información de Excelsior y Xinhua.