Cerca de mil 500 migrantes centroamericanos intentaron cruzar la frontera de México con Guatemala, sin embargo, fueron contenidos por elementos antimotines de la Guardia Nacional.

El contingente solicitó el paso tras cruzar el puente Rodolfo Roblesa, pero al obtener una negativa, pretendieron derribar la reja perimetral, por lo que las autoridades respondieron con el uso de gas pimienta.

Integrantes de la caravana, que partió el 15 de enero desde Honduras, advirtieron que si no se les permitía la entrada a México por el puente, tratarían de ingresar por el río Suchiate, el cual también es resguardado por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración.