María Martínez Ceferino, madre de Miguel Ángel Martínez, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa víctima de desaparición forzada, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador “que apriete un poquito más” en la investigación del caso que hoy cumple seis años.

Si bien reconoció que el presidente López Obrador “es más ser humano que los anteriores”, Martínez Ceferino pidió apresurar los resultados de la investigación, sobre la que este sábado 26 de septiembre se informó se han liberado 70 nuevas órdenes de aprehensión.

Martínez Ceferino también pidió al Gobierno llevar la justicia hasta los militares, pues aseguró, existe evidencia de que tanto soldados como policías municipales y estatales detuvieron a los normalistas.

“Dicen que se los entregaron a los narcotraficantes, no nos interesa, se los llevaron los policías, hubo militares, ¿cuándo les va a llegar a los militares? (...) Hubo videos, fotografías, operaron el C4, ¿dónde están todas esas pruebas? ¿dónde quedaron? Y ¿cuándo le van a llegar a los militares, señor?”, cuestionó Martínez Ceferino.

Hernández Martínez lamentó llegar al sexto año –desde los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero– sin mayores hallazgos, por lo que solicitó que fortalezcan las investigaciones, “busquen, señor, a nuestros hijos. Por ahí los tienen”.

Al final del evento, María entregó al Presidente y a los funcionarios que estuvieron en el presidium una pequeña manta bordada por las madres en la que se lee: “Por los 43 y miles más. No nos falle. Ayotzinapa”.

“Usted como padre nos entiende y yo le digo: póngase siquiera un día en nuestro lugar. Esto no se le desea a nadie, es horrible que nos arrebaten a un hijo, esto es lo que duele más, nos dieron donde más nos duele. Nosotros nunca nos imaginamos estar acá”.

La mamá de Miguel Ángel manifestó que si "no les gusta vernos en las calles, no les gusta que estemos bloqueando, pues entréguenos lo que queremos y con gusto nos retiramos. Si estamos acá es porque nos pusieron, y cómo le digo, tenemos que tener una esperanza para seguir viviendo.

“Dicen que parecemos locos, tal vez sí, locos de dolor porque, señor, cargamos este dolor ¿dónde lo dejamos? ¿qué hacemos con este dolor que cargamos acá? ¿Cómo podemos hacerle como padres?, más que agarrarnos de usted y seguir luchando y no nos defraude, tenemos esperanza en usted, en que vamos a lograrlo.

Tápele la boca a esas personas que hablan mal de usted y lo mismo de nosotros; demuéstreles que usted es un ser humano que sí le interesan las vidas y no las cosas materiales”.