El puerto fronterizo de San Ysidro, en Tijuana, se ha convertido en un campamento de refugiados rusos y ucranianos, a los que se les han sumado algunos bielorrusos.

Los migrantes llegaron a México huyendo del conflicto entre Rusia y Ucrania, que inició el 24 de febrero.

Autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por su sigla en inglés) les han negado la entrada para las solicitudes de asilo, en especial a los de Rusia y Bielorrusia, esto bajo el argumento del Título 42 que por razones de salud pública permite expulsar a los solicitantes de asilo o simplemente no permitirles la entrada a suelo estadunidense.

Ayer, en las inmediaciones del puerto fronterizo, se pudo observar a un grupo de aproximadamente 20 personas, la mitad de ellos menores de edad, que estaban a la espera de saber si podían ingresar a Estados Unidos y tenían sus pertenencias en un especie de campamento.

Según informes de los vecinos, la mayoría de las personas tiene al menos más de 24 horas en el lugar.