El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, lanzó un contundente mensaje durante su participación en la undécima Caminata por la Paz en Morelos, al denunciar la influencia que el crimen organizado ejerce sobre la vida pública en el estado.
“Los funcionarios públicos saben que a los líderes del narco hay que pedirles permiso para muchas cosas”, sentenció el prelado ante cientos de feligreses reunidos frente a la Catedral de Cuernavaca.
Castro enlistó una serie de actividades cotidianas para las cuales —según dijo— es necesario el visto bueno de grupos criminales: desde pavimentar calles, retirar comerciantes informales o realizar eventos culturales, hasta colocar cámaras de seguridad, alumbrado público o llevar a cabo talleres comunitarios.
Incluso, aseguró que se requiere su autorización para hacer valer contratos con empresas ligadas al crimen y para retirar placas de vehículos en zonas prohibidas.
“No reconocerles el poder que tienen, les puede costar mucho. Tal es así que algunos empleados públicos saben que no te puedes meter al gobierno si no estás dispuesto a negociar con la maña”, advirtió.
El obispo dirigió un llamado urgente a los tres niveles de gobierno para que respondan con hechos y no con discursos vacíos.
“El pueblo se los va a agradecer más que los miles de discursos de paz y seguridad, más que las mil y un incontables mesas de análisis, más que los mil y un elementos patrullando sin rumbo ni estrategia”, expresó con firmeza.
Durante la misa dominical, Castro agradeció la participación ciudadana en la Caminata por la Paz, destacando que por once años consecutivos la sociedad de Morelos ha salido a manifestarse en favor de la paz: “Somos mayoría los que creemos en la paz, y es una minoría la que causa la violencia, pero no nos vamos a cansar”.