La experredista Ruth Zavaleta sostuvo que el domingo no se llevará a cabo la “madre de todas las batallas” y lo que viene para 2012 aún no se escribe, por lo que habrá sorpresas por parte de quienes puedan salir como candidatos independientes.

Entrevistada durante la presentación del libro Correspondencia del Diablo, indicó que un punto importante para las elecciones del domingo en tres estados es que no hay indicios de que vaya a haber violencia por el proceso.

Comentó que el Estado de México se veía como “la madre de todas las batallas”, donde pensaban que se iban a confrontar, que iban a presentarse problemas graves, lo que no se ha visto.

Aclaró que las elecciones del 3 de julio si bien es cierto perfilan alguna preferencia electoral de los ciudadanos en un estado donde se tiene un padrón electoral muy alto, eso no quiere decir que ya vayan a ser así los resultados para 2012, ya que en la política nada está dicho y pueden resultar cosas diferentes.

Comentó que como mujer tiene una percepción propia del asunto electoral y va a ganar la elección quien gané la confianza de las mujeres. Maneja esa teoría porque las mujeres son quienes más se preocupan por el asunto de la violencia, la relacionan con un asunto de gobierno y entonces siempre traducen el voto para impulsar qué es lo que genera mayor paz.

Además, indicó que está la situación laboral, y lamentablemente la feminización de la pobreza, ha pegado más en las mujeres, que no tienen posibilidades económicas para desarrollarse. Recordó el evento que organizó Hilary Clinton en el que propuso que haya un capítulo en México para que las mujeres tengan poder económico.

Reiteró que nada está dicho en la política y hay que ver cómo se comportan los diferentes actores para definir al que ganaría la presidencia de la República.

La puntualización
Ruth Zavaleta dijo que las encuestas señalan que los candidatos independientes tienen más preferencia electoral que los de los partidos políticos; por eso, hay que tener cuidado, pues quizá resulte que en el camino un candidato independiente no sólo a la presidencia, sino a las gubernaturas incline la balanza hacia otro lado, ante la desconfianza que hay hacia los partidos.