La periodista, investigadora y politóloga Denise Dresser conminó a estudiantes del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, a “no ser sumisos” con los poderosos como el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y tratarlo como a un empleado.

Durante su ponencia en el XII Congreso Universitario de Negocios Internacionales, por la que cobró 120 mil pesos —según los organizadores—, la periodista pronunció un discurso que lleva por lo menos dos años "martillando" como política devaluada, en el que ataca a empresarios y gobierno.

Indicó en su ponencia que los mexicanos tienen como cultura el servilismo con los poderosos, como son los empresarios o gobernadores, tal es el caso de Moreno Valle Rosas, a quien se le rinde donde vaya.

“Si estuviera aquí el gobernador de Puebla, ¿cuál sería la actitud?”, preguntó a los universitarios, “yo sé que no bajarían de un ‘gracias por venir, señor gobernador’ y luego se haría una larga cola de universitarios para tomarle la mano.

“No señores, así no debe de ser, esa persona es un empleado, y esa es la actitud mínima que se debe tener con él, lo mínimo es la exigencia de que haga bien su trabajo, porque lo que hace no es hacernos un favor”.

No fotos

Sin embargo, incongruente con sus palabras, la especialista junto con los organizadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (IETSM) de Puebla, se mostraron de manera prepotente con los asistentes, quienes ni siquiera podían sacarle una fotografía cuando pronunciaba su ponencia.

Los organizadores, mismos estudiantes de la universidad privada, prohibieron los flashazos de cámaras y acercarse a la periodista, sino es que se compraba un libro de su autoría en venta en las mismas instalaciones, según por exigencia de ella misma.

Cabe decir que la ponencia, por la que cobró la mencionada cantidad de dinero, es la misma perorata que ha venido realizando desde el 2009 en distintas partes del país, en la que ataca al gobierno federal, empresarios y sindicatos.

A la pregunta de “¿quién gobierna en realidad México?, inmediatamente señala a los grandes empresarios como Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, Carlos Slim, Emilio Azcárraga, dueño de Televisa y hasta a la misma Elba Esther Gordillo, líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

“¿Quiénes gobiernan México?, los senadores o Ricardo Salinas Pliego, la SEP o Elba Esther Gordillo, la Comisión Nacional Bancaria o los bancos (…), todo es una estructura de complicidades para asegurar un grado mínimo de avance para que exista paz social, pero sin alterar las fuerzas existentes”, indicó.

Criticó constantemente a Elba Esther Gordillo, a quien calificó como una criatura del Estado, concebida en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari que amenaza ahora con devorar al Estado mismo.

“Existe un gobierno ineficaz, doblegado, coludido que convierte a sus ciudadanos en ‘naranjas’, yo soy al igual que ustedes una naranja, si no, que alguien me explique porqué una empresa me cobra injustificadamente, ya sea Telmex, la Comisión Federal de Electricidad, Scotiabank, Carlos Slim o algún otro monopolio; me sacan la pulpa, el jugo y elaboran una multimillonaria naranjada y celebran su aparición en Forbes.

”Todos somos responsables de que existan tantos ricos y multimillonarios en México, porque el gobierno ha permitido que seamos tratados como naranjas.”

Indicó que la incongruencia en la repartición de la riqueza en México está poligopolizada, “hay tres bancos que controlan los servicios financieros, dos televisoras las señales abiertas, dos grupos el gas LP, otros dos el cemento, dos más el mercado de la leche”y dos empresas controlan distribución de medicamentos.

”Todo con la anuencia de funcionarios débiles o cómplices, quienes arrancan o exprimen arrancan gajo tras gajo, transacción tras transacción (…), cada familia transfiere 75 mil pesos al año a los monopolistas del país, somos un huerto nacional de naranjas y para prueba 90 por ciento de los abusos de estas empresas quedan impunes.”

Además, indicó que es falso que en México existan falta de consensos o acuerdos para aplicar las reformas.

“En México ya hay un acuerdo tácito entre políticos, empresarios, sindicatos y otros beneficiarios, pero es uno para no cambiar, para que no haya reformas profundas que afecten intereses y disminuyan las tajadas del pastel, en aras de hacer un pastel más grande para todos.

”Así seguiremos con gobernadores con transferencias federales que mueven como se les dé la gana, con un PAN temeroso en los últimos años de tocar intereses, 50 millones de personas en la línea de pobreza y 19 millones que no tienen ni para comer en un capitalismo ‘de cuates’.”