Las panelistas, convocadas por Nueva Alianza coincidieron que el camino que se han trazado las mujeres para el reconocimiento de sus derechos políticos no ha sido un camino fácil ni gratuito, sino que ha sido una lucha que los colectivos de mujeres han realizado en el país.
Las especialistas lanzaron cuestionamientos sobre la posición de las mujeres en los puestos de toma de decisiones: ¿En los congresos dónde están las mujeres cuando llegan a ser representantes populares? ¿Dónde están las mujeres en los partidos políticos?
En el marco del Día Internacional de la Mujer el Congreso del Estado de Puebla, a través del Grupo Legislativo del Panal, realizó el Foro “Equidad para Transformar”, espacio que sirvió para el análisis, la reflexión y la búsqueda de propuestas para transformar la realidad de las mujeres poblanas, a fin de escuchar y atender sus principales causas.
Ante diputados, exlegisladoras, académicas y representantes de la sociedad civil, el coordinador del grupo legislativo del Panal, diputado Guillermo Aréchiga Santamaría, señaló que una de las primordiales causas es hacer una sociedad más justa y democrática, lo que conlleva transformar a las mujeres desde políticas públicas que las beneficien y apoyen en su labor diaria.
“Son pocas las mujeres hoy en día ocupan espacios relevantes, esto nos motiva a que su lucha sea una de las principales luchas en Nueva Alianza, pues estamos comprometidos que todos los derechos sean para los hombres, pero ni uno más y que sean todos los derechos para las mujeres, pero ni uno menos para ellas”, aseveró el legislador Aréchiga Santamaría.
Durante este evento que se llevó a cabo en el salón Miguel Hidalgo del Congreso local, la coordinadora de la Maestría en Desarrollo y Planeación de la Educación UAM, Patricia Janette Góngora Soberanes, al abordar el tema: “Cultura política y cuotas de género”, señaló que aún existe una gran resistencia de la cultura política mexicana e internacional por reconocer los derechos y la igualdad de las mujeres, lo cual tiene que ver con el ejercicio del poder, “por lo que es necesario legislar para evitar la discriminación, la desigualdad, la trata de blancas, el abuso de los niños y las niñas, la inequidad en la impartición de justicia, que garanticen una vida libre de violencia.”
Asimismo, la doctora en Ciencias Sociales y maestra en Estudios de la Mujer por la Universidad Autónoma Metropolitana, Lucila Parga Romero y la integrante del Colegiado Nacional de Negociación del CEN del SNTE, Emma Rubio Ramírez, consideraron que para lograr la igualdad y la equidad es necesario democratizar no sólo los espacios públicos de participación de las mujeres, sino también los espacios privados, principalmente el de los hogares, con el propósito de empoderarlas para mejorar su participación en la sociedad.
En el aspecto público, señalaron que el gran problema es que el derecho al voto de la mujer no se acompañó del derecho a la representación, por lo que en muchos casos sólo se ganó una ciudadanía pasiva —sin participación verdadera— lo que se refleja en una abrumadora y escasa participación de este sector en la vida pública.