Cerca de 300 mototaxistas exigen al gobierno morenovallista frenar el acoso y la campaña de hostigamiento para cambiar sus unidades y “legalizar” el servicio. No obstante, los quejosos ocasionaron un caos vehicular en su marcha por las calles del Centro Histórico de Puebla.
Sin embargo, la Secretaría de Gobierno emitió un comunicado en el que afirman que el 94 por ciento del padrón ya se afilió al programa de sustitución de sus unidades por taxis locales y aseguró que grupos ajenos son quienes movilizan a los inconformes.
No obstante, los agremiados al Frente de Usuarios y Mototaxistas del Estado de Puebla, afirman que hay más de 5 mil personas que no pueden comprar un taxi local por cuestiones económicas. Además, acusan al gobierno de comprar muy barato cada mototaxi.
Los transportistas tuvieron dos objetivos en su manifestación, en primera instancia llegaron a la entrada principal del Congreso del Estado donde exigieron a los legisladores la modificación de la Ley del Transporte y el servicio sea legalizado.
Posteriormente, los inconformes, provenientes de diversos municipios, llegaron a la sede oficial del gobierno del estado, Casa Aguayo, donde cerraron por alrededor de media hora la avenida 14 Oriente, causando un gran caos vial.
Entre los manifestantes llegaron señoras, esposas de mototaxistas con cacerolas y cucharones, para hacer escándalo y exigir a gritos que los dejaran trabajar.
Desde el año pasado el Congreso local hizo un exhorto al gobierno del estado y a los municipios para que dentro de su competencia inicien las acciones a fin de retirar estas unidades de las calles debido a que representan un peligro para los usuarios, ya que no cumplen con la norma de seguridad.
El pasado 15 de mayo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó al gobierno del estado de Puebla que regularice el servicio de mototaxis, pues representa un trabajo lícito y la oportunidad de sobrevivencia para cientos de familias.
En la marcha exigieron al secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, que integre en la agenda legislativa presentada al Congreso local la regulación no sólo del Metrobús y de los taxis locales, sino también de los mototaxis.
Por su parte, el representante de la Unión de Mototaxis de Santa María Zacatepec, Alfredo Vázquez Cuenca, señaló que por el momento han frenado los decomisos de unidades, pero por estar en proceso electoral.
“El gobernador —Rafael— Moreno Valle Rosas no se quiere quemar con el decomiso ilegal de los motocarros, en pleno periodo electoral, porque le restaría votos al pan”, comentó.
Sin embargo, afirmó que el gobierno continúa intimidándolos para que adquieran una deuda de 145 mil pesos, para adquirir un coche compacto que funcione como taxi convencional, que pagarán en cuatro años, con depósitos de 500 pesos semanales.
Hace unas semanas, la Secretaría de Gobierno determinó otorgar un periodo de gracia, hasta el mes de septiembre, por la cercanía de las elecciones federales.
El representante de Nealtican, Gerardo Luna Pérez, aclaró que nunca se ha hecho un estudio de factibilidad en las comunidades rurales, donde circulan los mototaxis, como lo aseguró el titular de la ST, Bernardo Huerta Couttolenc.
Carlos Delgado, representante de mototaxistas de Cuautlancingo, manifestó que están dispuestos a seguir negociando, pero no aceptarán dejar de circular, ya que es el único sustento para miles de familias.
“¿Qué vamos a hacer?, ¿no vamos a trabajar?, ¿está mal?, la vez pasada el mismo gobernador lo dijo; que primero se deben generar las fuentes (…) haremos bloqueos y cierre de calles, de avenidas principales y manifestación hasta en la ciudad de México.”
—¿Cómo ven el proyecto de unidades Atos y Matiz?
—No es un buen proyecto, ahí en la mayoría de los municipios hay taxis, tenemos reglamentados, no se va a poder trabajar. Ya nos amenazaron los taxistas y ahora el gobierno nos va a enfrentar a ellos, vamos a caer en controversia con ellos.
”Además no se compara el consumo de gasolina y mantenimiento. No es lo mismo una bujía que cuatro, el consumo va a ser mucho mayor no podemos cobrar más, la verdad es que no es nada bueno, no vamos a aceptar”, dijo.
Explicó que trabajan llevando a sus pasajeros a sus casas por cinco pesos y distancias mayores a siete pesos ó hasta 10 pesos de Cuautlancingo a Sanctórum, “ahora no va a ser negocio, la gente no va a los mismos lados, está muy mal analizado el proyecto”.
Afirmó que tan sólo en el municipio de Cuautlancingo hay más de mil mototaxis, “mucha gente tiene dos o tres unidades, donde se está generando empleos, a cuyos chóferes sólo se les piden 150 pesos de cuenta diaria”.
Don Gregorio, de 52 años de edad, es chofer de mototaxi desde hace tres años y jamás en su vida le había ido tan bien en un trabajo. Ahora afirma que si le quitan el sustento, no sabrá que hacer, ya que por su edad no es fácil encontrar trabajo.
En breve plática, Gregorio Fortunato Tula indicó que ya tiene dos mototaxis y sus dos hijos uno cada uno y es que para él, simplemente el negocio crece porque la gente lo necesita y llegan a lugares donde ni se atreven los microbuseros o taxistas comunes.
—¿Qué tan inseguros son?
—Si fueran inseguros oiría de accidentes, en el tiempo que llevó no he sabido de uno solo.
—¿A qué velocidad viajan?
—Vamos tranquilos, como a 20 o 30 (kilómetros por hora), vamos despacio, no es mucho, llevamos a niños en medio y en orilla a los grandes.
“Casi nuestros clientes son madres de familia, ancianitos y niños a sus escuelas, vamos vuelta y vuelta, nosotros trabajamos en las orillas del pueblo, donde no hay ni caminos, hay mucha gente que nos necesita, mucha, mucha.”
—¿A cuántas personas llevan diario?
—Huy, sí, muchos, como 300, es mucho, porque son grandes las colonias, sólo en las orillas.
—¿Cuánto cobran?
—Cobramos cinco pesos por persona, trabajamos de las 4 de la mañana a las 9 de la noche, con un descanso o turnos. Cuando no hay pasajes estamos parados un rato, cuando no, estamos vuelta y vuelta.
”Nosotros los llevamos donde sea, frente a su casa, con el mandado las señoras, los niños a sus escuelas.”
— ¿Qué haría si ya no lo dejan circular?
—Esta muy duro, tengo 52 años, ya no hay empleo pa’ nosotros, sólo esto lo estamos llevando, no sabríamos qué haríamos, nos la ponen difícil, van a soltar mucho raterismo en esto, muchas cosas malas.