En un ejercicio inusual, periodistas, rectores, académicos y defensores de la libertad de expresión discutieron sobre los riesgos del ejercicio periodístico durante el foro “Periodismo bajo Amenaza”, celebrado en el Tec de Monterrey.

Los ponentes coincidieron en la difícil coyuntura para el ejercicio periodístico en Puebla y los desafíos de la práctica del periodismo con la inercia del Estado para controlar los medios de comunicación.

Un auditorio de periodistas de vieja y novísima cepa; estudiantes y académicos de comunicación; especialistas en el derecho a la información, defensores de los derechos de los periodistas; jefes y exjefes de prensa; columnistas del alter ego de la clase política; reporteros de a pie, y de grabadora como marbete identificativo, miembros del proletariado de la comunicación; y una variopinta concurrencia de la elite local: líderes de partido político, consejeros electorales, funcionarios universitarios, diputados, exdiputados y suspirantes, escucharon el diagnóstico del periodismo en la Puebla de la alternancia democrática.

El saldo del debate y las ponencias no irritó a nadie.

Por el contrario, el debate pospuesto animó a los asistentes —durante los recesos— a discutir los avatares del ejercicio periodístico en el estado. Viejos conocidos se saludaron.

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El encuentro inició con la participación de Roberto Rock, director editorial de El Universal; Laura Angélica Borbolla, fiscal especial para atender los delitos en contra de periodistas, dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR) y el rector de la Universidad Iberoamericana, David Fernández Dávalos.

Roberto Rock pidió frenar los delitos en contra de los periodistas e hizo un recuento de los mismos y de la violencia en el norte del país.

En ese tenor, Laura Angélica Borbolla Moreno, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas, reconoció que el Estado debe garantizar el ejercicio de la libertad de expresión como parte de un proceso de madurez, pero más valioso que su sentido discurso gubernamental fue su reconocimiento de los límites de su fiscalía, ya que Borbolla Moreno aceptó que hay un marco jurídico que no ayuda a la persecución de estos delitos.

El rector de la Universidad Iberoamericana afirmó que la sociedad organizada debe ocupar los medios como un recurso para la comunicación. Fernández Dávalos pidió echar una mirada a los derechos de las audiencias. Entre las propuestas del rector de la Ibero, señaló que los medios deben incluir códigos de conducta ética, demandar y garantizar el acceso de los ciudadanos al información, proteger la integridad de periodistas y eliminar el acoso a la libre expresión.

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Ya en la segunda mesa, un grupo de periodistas poblanos abordó los desafíos del periodismo a nivel local.

Arturo Luna, Fernando Crisanto, Enrique Núñez, Jorge Rodríguez, Rodolfo Ruiz y Patricia Estrada, moderados por el rector de la UAP, Enrique Agüera Ibáñez, sostuvieron un común denominador: la relación entre los medios y el poder político, en especial, el estatal, como componente básico del trabajo periodístico.

El periodista Arturo Luna leyó un texto de alusiones periodísticas y literarias, para establecer la necesidad de una relación no inercial entre los medios y el Estado: “¿se puede ser democrático cuando se quieren visiones únicas, escenarios idílicos y medios profesionales que renuncien a describir la dinámica social y las pasiones públicas?”, se preguntó Arturo Luna.

Luna, director de Puebla on line, señaló que la política de comunicación social del gobierno actual funciona de la siguiente manera: “te pago para que no me pegues pero también para que destruyas a mis críticos, la prensa buena contra la prensa mala. Los aliens contra los monstruos”. Luna criticó que con la publicidad gubernamental se premie o castigue a quienes la reciben:

“Al periodista se le ve como un enemigo acérrimo pero se acude a él para autoelogiarse, para creerse sus propias mentiras, se acusa a la prensa de Puebla de ejercer la crítica por razones económicas. Pero esto sólo revela un manejo discrecional e hipócrita de la propaganda gubernamental. Se premia o castiga a medios cómodos.”

El periodista reconoció la relevancia de la crítica: “Si la prensa es dura es porque la realidad es aún más dura y requiere, necesita ser narrada incluso a través del a veces desmesurado espejo de los medios, un espejo que, como en el cuento, no siempre gusta al que en él se ve reflejado”.

El periodista Fernando Crisanto abordó las “amenazas y los retos del periodismo” que dijo “no son muy distintos a los del pasado”. Pero frente a estos embates “hay reporteros siempre dispuestos a hacerlo público. He conocido a gobernadores del pasado remoto o reciente que han pedido que me despidieran por ser incómodo a sus posiciones”.

Crisanto, director de NG Puebla, advirtió que las “tentaciones de los poderosos son parte de esa relación. En todo caso, el gran reto está en el trabajo que realicemos tenga calidad narrativa y rigor en la información”.

El periodista Jorge Rodríguez Corona, subirector del Sol de Puebla, planteó que en nuestro estado no ha desaparecido el deseo del poder de controlar a los medios de comunicación. Rodríguez subrayó la importancia de la ética en el trabajo periodístico.

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Enrique Núñez Quiroz, director de Intolerancia Diario, abordó las condiciones adversas en las que se desarrolla el periodismo en Puebla: boicots comerciales por parte de la administración estatal y dificultad para acceder a la información pública, aún a través de las instituciones de transparencia estatales pero que, a pesar de este cerco, Intolerancia ha dado a conocer casos como el de los helicópteros Agusta del gobierno estatal.

El periodista planteó que a pesar del boicot comercial en contra de Intolerancia Diario, “la persecución no ha cambiado la línea editorial de Intolerancia”.

El director de Intolerancia Diario resaltó la lentitud con la que la información pública es entregada.  Enrique Núñez remató poniendo una grabación donde el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, manda a “que chinguen a su madre” a reporteros durante un operativo policiaco.

Los asistentes pusieron atención al audio presentado por el comunicador como una muestra del autoritarismo estatal. Además, Núñez señaló que las prácticas como el “espionaje telefónico” son utilizadas por la administración estatal en contra de periodistas.

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El periodista Rodolfo Ruiz consideró necesario transparentar la publicidad gubernamental pagada a los medios de comunicación y acabar con la discrecionalidad en la entrega de ésta: “En suma, mientras el manejo de la publicidad gubernamental siga siendo discrecional y los medios sigan viéndola como su principal —si no es que única— fuente de ingresos, la relación entre Estado y medios seguirá siendo insana y no habrá legislación que pueda garantizar un uso adecuado de la libertad de expresión”.

El periodista Rodolfo Ruiz quiso explicar las diferencias de la política de comunicación actual con las del pasado: “Varias son las razones de esta falta de entendimiento entre el Estado y los comunicadores. Las principales, me parece, son la ausencia de reglas claras para el ejercicio de esta actividad y la incomprensión mutua que hay entre autoridades y medios de comunicación. Los gobiernos creen que los periodistas sólo deben llevar las ‘noticias’ que éstos generan, pero sin cuestionarlas ni analizarlas; y los comunicadores están convencidos de que la libertad de expresión —como derecho fundamental— no tiene límites”.

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El periodista titular del programa Al portador, Alejandro Mondragón, señaló que el concepto “contrapeso no forma parte del diccionario político del actual gobierno. El gobierno avanza en Puebla pero la sociedad retrocede”.

Mondragón puso como ejemplo del autoritarismo de “hoy son organismos que responden al interés de quien gobierna. Resulta inadmisible un boicot para el cerco comercial que se agrava negando entrevistas con funcionarios públicos”.

El director de Status señaló que por parte de la actual administración estatal hay un intento de exhibir esos medios incómodos en otros espacios informativos o hallarles etiquetas. Mondragón recordó que hay un “dispendio mediático con otros medios” y que en muchas ocasiones hay “campañas orquestadas de difamación por daño moral. La postura no es de dinero, sino de respeto”, exigió Mondragón.
“Los medios trascendemos y los gobernantes tienen fecha de caducidad.”, dijo Mondragón.

La periodista Patricia Estrada también planteó la importancia de la libre expresión.

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Entre los interesados en el tema se hallaba el director de Comunicación del gobierno estatal, Sergio Ramírez, quien desde su cuenta de Twitter escribió: “Me dio mucho gusto asistir al foro sobre la libertad de prensa. Me quedo con grandes aprendizajes. Gracias a los organizadores”.