Al considerar que a los integrantes de la sociedad no les gusta las campañas políticas basadas en las descalificaciones y las denostaciones, el presidente del grupo 10 de Octubre del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Armando García Avendaño, afirmó que el trabajo proselitista no debe basarse en esos mecanismos, porque quien gane los comicios del 7 de julio no gobernará con descalificaciones y sí con proyectos, "si quiere captar la atención del electorado y de la sociedad lo tendrá que hacer en función de sus propuestas a favor de los diferentes sectores de la sociedad".

En ese contexto, el candidato a diputado plurinominal dentro de la alianza 5 de Mayo dijo que en el presente proceso electoral siempre será importante que se realicen debates entre los aspirantes a cargos de elección popular, porque eso permite a los ciudadanos saber de fondo cuál será la forma de trabajo de los candidatos, sus propuestas y el elemento principal a desarrollar en su plan de trabajo.

El dirigente del brazo político del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Puebla (SETEP) dijo que entre menos descalificaciones haya en los debates y en las campañas en general, los ciudadanos del estado de Puebla tendrán mayores oportunidades de elegir de mejor manera a los que gobernarán en los municipios del estado de Puebla para los siguientes 4 años y 8 meses, que durará el periodo de los ayuntamientos y del Congreso del estado de Puebla.

García Avendaño afirmó que los integrantes del grupo 10 de Octubre avalan todos los debates que sean necesarios en las presentes elecciones de la entidad poblana porque, desde su perspectiva, es la mejor forma de generar confianza y certidumbre entre los integrantes de la sociedad, y particularmente entre los votantes, “quienes sabrán de manera transparente la forma en que se trabajará por Puebla los próximos 4 años y 8 meses”.

Con un mayor número de debates, dijo el presidente del grupo político 10 de Octubre, los dos principales candidatos de la contienda electoral tendrán la oportunidad de un diálogo de propuestas y no de descalificaciones, para que al final, de manera pensada y consciente, la sociedad se incline por uno de ellos.