Para el analista económico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Marcos Gutiérrez Barrón, la Reforma Energética propuesta por la Presidencia de la República el lunes pasado solamente es el primer paso para sacar al corporativo Petróleos Mexicanos (Pemex) del rezago, con lo cual deja de ser la principal fuente de ingresos para el gasto público.

Ante eso, el investigador de esa casa de estudios poblana consideró que desde la Presidencia de la República y desde los partidos políticos se apuesta por una Reforma Energética controvertida pero viable; lo anterior, después de la fuerte discusión presentada entre líderes de partidos y de bancadas en el Congreso de la Unión, por eso ratificó que la reforma presentada no es la cura para Pemex, pero sin duda representa el primer paso para mejorar la empresa.

Gutiérrez Barrón recordó que la propuesta gubernamental contempla la modificación a dos artículos constitucionales para que se incluya la figura de contratos de riesgo compartidos e incluir la participación de la iniciativa privada en la exploración, extracción, transportación y almacenamiento de petróleo y gas, por lo que consideró que todas las bancadas le apuestan a la viabilidad de la reforma, independientemente de las posturas que la consideran privatizadora o corta.

Ante eso, el economista de la UPAEP dijo que “en el fondo hay coincidencia, cuando menos así lo anunciaron, en cinco de los principales puntos, tanto el PAN como el PRD, y ello nos va dando idea de cómo va ir avanzando la negociación”, sin embargo, dijo que las fracciones políticas no están totalmente en contra y solamente actúan de acuerdo con su “juego político” particular para lograr acuerdos y la inclusión de sus posturas en la nueva ley.

El académico universitario dijo que, desde su origen en la Presidencia mexicana y en el debate que se comienza a generar, la reforma busca “su viabilidad, ya que no es una iniciativa extrema que de inicio se descalifique por su poca viabilidad”, porque afirmó que la figura de contratos de riesgo permitirá a Pemex delegar funciones sin tener que cargar con todo el costo si los proyectos fallan o si el precio del petróleo sufre caídas drásticas a nivel mundial.

“Éste es un primer paso que tenía que darse, porque la empresa no podía seguir con la inercia que llevaba y este es un primer paso, las medidas que se están planteando me parece que ayudan a Pemex a salir de su estancamiento y eso es sumamente necesario, cuando se conozca la reforma con mayor amplitud y detalle se podrán considerar otros aspectos.”

Desde la perspectiva del catedrático, el estancamiento que prevalece en la actualidad en Petróleos Mexicanos se debe al peso que representa para la paraestatal otorgar más de 40 por ciento de sus ingresos al gobierno federal para financiar el gasto público, “pero también la falta de transparencia en el manejo de los recursos ha lastimado la eficiencia de la empresa, situación que es aprovechada por el sindicato. Excluirlo del diseño de la reforma y su posterior discusión está impulsando un paliativo para frenar los excesos en los que ha incurrido su dirigencia”.

Ante eso, afirmó que por la carente rendición de cuentas y la mala imagen del sindicato petrolero la desconfianza se presenta arraigada en la sociedad mexicana, “situación que necesitaba modificarse, por lo que la reforma plantea los contratos de utilidad compartida que darán mayor certeza y transparencia sobre los gastos y ganancias que registre la paraestatal”.