Al recordar que los esquemas de concesión del agua potable y alcantarillado a particulares existen en muchos lugares del país, el coordinador del Doctorado en Ciencias del Agua de la Universidad de las Américas (UDLAP), Polioptro Martínez Austria, aseguró que —desde su experiencia profesional— los sistemas concesionados funcionan mejor que los públicos porque, en la actualidad, “la inmensa mayoría no están funcionando muy bien”, porque cuando es público el servicio se “contamina” con temas políticos.
Lo anterior, ante la posibilidad de privatizar el servicio de agua potable en la entidad poblana, por lo que aseveró que, de suceder, eso no quita la responsabilidad del Estado, que pasa a convertirse en supervisor. “Es importante que sea regulador de ese llamado monopolio natural”, por eso reiteró que la decisión de privatización del servicio puede ser buena, siempre que se ejecute de manera adecuada.
Ante eso, el experto de esa casa de estudios poblana aseguró que para ello el Estado debe tener una buena institución reguladora, como sucede en países como Chile, Inglaterra y Francia: “Esa organización reguladora debe tener, primero que nada, todas las atribuciones para lograr que el sistema funcione adecuadamente”.
Desde la perspectiva del funcionario educativo de esa institución poblana, el sistema de concesiones del servicio de agua potable y alcantarillado en el país demuestra que funciona bien, y existen ejemplos claros como Aguascalientes y Cancún (Quintana Roo), aunque hay algunos que están muy limitados, como las plantas tratadoras de agua: “Recomendaría que el Estado tuviera un buen esquema que nos asegure los resultados”.
Ante el conflicto que se vive en la actualidad entre el municipio de Huehuetlán el Grande y la ciudad de Puebla por la posibilidad de dotar el vital líquido a los capitalinos desde esa región mixteca, el coordinador del Doctorado en Ciencias del Agua de la UDLAP aseguró que el proceso de globalización de la actualidad lleva a que la concentración de población tiene mayores necesidades, como sucede en regiones del país como Monterrey, Tijuana y la capital mexicana: “Eso seguirá ocurriendo en la medida en que la población tiene más necesidades”.
Sobre el particular, Martínez Austria dijo que las autoridades poblanas deben tomar en cuenta a la población para que haya equidad, porque la población tiene que estar conforme, es decir, si van a aportar el agua para la zona metropolitana de la ciudad de Puebla, tienen que recibir algo a cambio, lo que se traduce en un tema de políticas públicas y que tiene que ver con compartir los beneficios.
“El problema —agregó el especialista— es que en el país no existen esos mecanismos de participación pública”. Por lo que, desde su perspectiva, las autoridades no deben llegar a los extremos: “Es necesario una mayor capacidad de diálogo y de participación de los afectados, es algo que se puede resolver con la participación y el diálogo”.