Jorge Morales Alducin quiere —en la rebatinga por los restos del PRI de Puebla— ser el nuevo dirigente del alicaído expartidazo.

En este estira y afloja, el exprimo incómodo sueña con un PRI que al mismo tiempo que respete la figura del gobernador, a la usanza del priismo institucional, sea un partido que no se “sujete” al gobernador.
En la rebatinga por los restos del naufragio priista intervienen todos los grupos: desde los del exgobernador Mario Marín hasta los de la senadora Blanca Alcalá, ataja Morales Alducin.

Aunque Alducin considera que la decisión de la renovación del PRI está en manos de César Camacho Quiroz, el priista añade que funcionarios como Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong tienen injerencia política, la decisión final recae en Camacho Quiroz.

En esta entrevista a bote pronto, el exprimo incómodo responde las inquietudes de Intolerancia Diario sobre el PRI, sus grupos, su relación con el gobernador y, de pilón, por qué el PRI en Puebla es “chafa”.

—¿Por qué el PRI en Puebla es tan “chafa”?

—Yo creo que la dirigencia o las últimas dirigencias en Puebla no han tenido el tiempo suficiente para estructurar un proyecto político de trabajo para que pueda haber echado a andar un trabajo efectivo y eficiente.

—Pero el gobernador les tira línea a los priistas.

—Pues en eso no sé. Lo único que te puedo decir es que yo no voy a permitir que tengamos más que lo que los priistas decidan, eso es lo que vamos a hacer en Puebla.

—Tú, ¿cómo ves a Rafael Moreno Valle, como un priista o como un expriista?

—Yo veo al gobernador del estado como gobernador del estado.

—Santo cielo, si los priistas siempre están disciplinados con el gobernador…

—Bueno, sin duda, hay una autoridad y hay un poder en el estado, que le vaya bien y que reconozco que tenemos todos que respetar pero al cual tampoco podemos sujetarnos porque no es el papel del partido sujetarse y de estar sujeto y sumiso al poder del gobierno del estado.

—¿Qué grupos priistas buscan la dirigencia del PRI? ¿El de Mario Marín la busca?

—Sí, bueno, yo veo caras visibles como el caso del profesor Alberto González Morales, quien fue el coordinador de la diputación federal en su gobierno y veo hombres también que representan también otros intereses.

—¿Ves gente de Javier López Zavala en esta disputa? ¿Quién va por los zavalistas?

—Bueno, pues yo estoy viendo ahí nombres. Insisto en personajes.

—Blanca Alcalá, a quién manda a esta disputa…

—Pues ella misma, veo que su nombre está considerado. También su nombre aparece como aspirante. La tienen considerada también como aspirante a ocupar la dirigencia.

—¿La gente de Stefan Chidiac tiene alguna propuesta?

—Veo que algunos nombres que estaban considerándose ya no aparecen. Como que se han ido borrando, pero falta por ver.

—¿La gente del gobernador Moreno Valle tiene candidato a la dirigencia del PRI?

—No, pues no veo, no veo… (titubea) Pues no sé. Con ningún antecedente de ver que el gobierno del estado tenga la mano metida en el PRI.

—¿Algún otro exgobernador tiene la mano metida en esta contienda por el PRI?

—No, pues no. Yo veo el nombre de don Guillermo Jiménez Morales que por sí sólo se maneja y el nombre de don Melquíades Morales, que son nombres que también aparecen en la lista como posibles aspirantes a llegar a la dirigencia estatal.

—Y a Enrique Agüera, ¿lo ves como aspirante a la dirigencia?

—Bueno, también está considerado pero él mismo lo ha rechazado, ha publicado que no tiene ningún interés de llegar a la dirigencia pero creo que es un cuadro distinguido y valioso con el que habremos de contender más adelante y ganar elecciones.

—¿Y quién designará al dirigente del PRI en Puebla? ¿Osorio Chong o Videgaray?

—Pues, yo creo que el doctor César Camacho Quiroz.

—César Camacho, ¿y los otros no tienen su candidato?

—Pues ellos deben de tener políticamente alguna injerencia pero quien toma las decisiones en el PRI es el presidente de nuestro partido, el doctor César Camacho Quiroz.

—¿Entre él y el gobernador se pondrán de acuerdo para sacar al próximo dirigente?

—Pues no creo que llegue a tanto la influencia del gobierno del estado pero yo espero que la decisión sea favorable para su servidor.

—Si te tuvieras que reunir con los pesos completos, con Camacho, con Osorio Chong, con Videgaray, con el mismo gobernador de Puebla, ¿en qué orden te reunirías primero con uno y luego con otro?

—Dependiendo del interés que cada uno tuviera. Pero para mí todos merecen el respeto y la consideración a la representación que tienen.

—¿Estás vetado por alguno de ellos?

—No, afortunadamente hemos hecho amigos. La política es el arte de hacer amigos. Y en ese sentido hemos ido sumando, a través de 43 años, amigos que tenemos tanto en el estado como en la capital del país.

—El gobernador de Puebla, que es un poder institucional, ¿te ve bien o te tiene vetado en esta contienda? Porque en otras ocasiones sí te han vetado…

—Yo creo que teniendo ya varios meses buscando la dirigencia estatal si hubiera algún interés en contra de que yo llegara ya hubiera sido manifiesto, porque en Puebla los medios de comunicación juegan un papel muy importante y en mi caso la propuesta se ha recibido con interés y la han aceptado y me siento muy satisfecho de haber recibido la respuesta que he tenido en mi propuesta para llegar a la dirigencia estatal.

—A ver, no entendí, ¿te has acercado a dialogar con personajes cercanos a Rafael Moreno Valle?

—Lo único que he estado haciendo es hacer pública mi oferta política. He dado a conocer los principios y valores que mueven mi aspiración y he dado a conocer los puntos en los que yo baso que pueda convencer a los ciudadanos priistas y a la dirigencia nacional para llegar a la presidencia y hasta este momento no he oído, no he visto que haya una respuesta en contra por parte de algún grupo político y es lo que me está animando para que pueda ver cada día más cerca la posibilidad.

—¿Los grupos políticos tanto priistas como morenovallistas no te han excluido del proceso?

—No porque para mí son todos muy importantes, a quienes yo reconozco que tuvieran cosas buenas también pues me he acercado y los he reconocido y hemos estado muy cerca y lo seguiremos estando.

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En reuniones con priistas, Jorge Morales Alducin machaca un credo entre inverosímil y esperanzador: que él devolverá al PRI a la senda del triunfo.

En las cuentas priistas de Morales Alducin, el exdirigente municipal añora los viejos triunfos de su partido que hoy se encuentra mimetizado entre su adhesión a Casa Puebla y sus atisbos de ser un incipiente partido de oposición.

En la pasada contienda por la dirigencia del PRI, en 2010, Jorge Morales Alducin, buscó la dirigencia tricolor. Luego del estira y afloja, Morales Alducin fue designado como secretario de Enlace Social del tricolor.

Con lenguaje milenarista —algo sabrá— el exprimo incómodo, Jorge Morales Alducin añora a los tiempos en que el PRI ganaba las elecciones afirmando con desparpajo: “Que el PRI sea una vasija nueva”.

Ahora, el exdirigente del PRI busca de nueva cuenta ser tomado en cuenta para la dirigencia estatal del PRI puesto que a decir de la dirigencia en turno, se renovará hasta el próximo año pero que en la rebatinga tricolor Morales Alducin, primo de Melquíades Morales Flores, quiere encabezar.

Sin fórmulas mágicas, para Morales el PRI requiere una recomposición porque se ha generado un desfase entre la dirigencia y los militantes debido a que la actual dirigencia tricolor desconoce a los mismos y le ha costado mucho tiempo aprender y conocer al priismo, lo que se reflejó en los resultados electorales de julio pasado, cuando su partido resultó derrotado en las elecciones perdiendo ciudades importantes como la ciudad de Puebla:

“Las personas que han tomado mal las decisiones nosotros se lo hemos permitido. Por eso estoy comprometido para que el partido en Puebla vuelva a ganar elecciones, para que reestructuremos los cuadros, los comités municipales; a mí no me van a engañar, vamos a darle seguimiento porque conozco las regiones, conozco el estado, y eso nos va a permitir la seguridad de que vamos a tener buenos resultados. Vamos a ganar de nuevo y que en este momento parecieran imposible”, le repite machaconamente Alducin a los priistas su credo.