La protesta por el asesinato de un empresario y la creciente inseguridad en Puebla que llevó a los habitantes del municipio de Guadalupe Victoria a incendiar la presidencia municipal y atacar la casa del presidente municipal tienen que encender los “focos amarillos” al gobierno, reveló el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, quien agregó que cualquier asunto social que se enfoque hacia la ingobernabilidad debe alertar a las autoridades locales, independientemente del tamaño de los municipio en que ocurran los acontecimientos.
Los hechos comenzaron el pasado martes 5 de noviembre por la noche, cuando el comerciante Ernesto Osorio Cervantes se opuso a un asalto afuera de su negocio, por lo que recibió varios impactos de bala que le ocasionaron la muerte; ante eso, el politólogo dijo que hay que ver cómo actúa la Secretaría General de Gobierno y el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, en relación al tema.
Sin embargo, independientemente de las reacciones de la autoridad poblana, los acontecimientos sí representan una alerta: “Son focos amarillos que deben preocupar en términos generales; no es una situación de todo el estado, pero sí son alertas que la clase política en Puebla debe comenzar a considerar y llegar al fondo de la solución en la demandas de los habitantes de ese municipio”, porque —desde su perspectiva— los actos delictivos tienen consecuencias, por lo que habrá que ver hasta dónde las autoridades deslindan responsabilidades tanto de los funcionarios públicos como de la gente que participó en esos acontecimientos, independientemente del motivo.
La demanda de los poblanos
Para el investigador de esa casa de estudios poblana, el gobierno del estado tiene que aplicar acciones para resolver un problema que cada vez se hace más demandante, que es el tema de la seguridad, porque si el estado no da muestras fehacientes de que se resuelve ese problema, se correrá el riesgo de que eventos como el que sucedió en Guadalupe Victoria puedan crecer en otras regiones.
Que los ciudadanos tomen justicia por su propia mano, dijo Guillén Reyes, de entrada no es algo que debe ser aceptado, por lo que consideró esa reacción social como algo criticable y condenable desde cualquier punto de vista, pero agregó que si las autoridades no hacen su parte al combatir la inseguridad e impartir justicia a través de las instituciones que corresponden al estado, “entonces tendremos más eventos de ese tipo”. Por eso ratificó que en lo que se refiere a la convivencia social, este tipo de delitos no se deben aplaudir pero también existe una causa por la cual la gente actuó de esa manera.
Sobre la problemática, dijo Guillén Reyes, si el estado no toma ese asunto con la seriedad correspondiente y solamente se le da largas al tema de la inseguridad, se corre el riesgo de tener otros asuntos que permita el levantamiento social, sin embargo, aclaró que a pesar de los sucesos en esa localidad no se puede afirmar que la sociedad haya rebasado a la Policía: “Yo creo que esto que ocurrió en ese municipio no puede llevar inmediatamente a decir que en el estado de Puebla hay ingobernabilidad, por ahí no va el asunto”.
El riesgo
El analista político de la UPAEP afirmó que si las autoridades poblanas no atienden con mayor énfasis la inseguridad en los 217 municipios del estado, se corre el riesgo de que al rato se tengan otros eventos similares a los que se presentaron en Guadalupe victoria, donde la gente toma justicia por su propia mano: “Sabemos perfectamente bien que en el pacto político y social para eso está el Estado; los ciudadanos tienen una serie de derechos y obligaciones que cumplir, pero en el caso del Estado su principal obligación es garantizar la seguridad de los individuos; ésa es su razón de ser y cuando no se garantiza esa seguridad se corre el riesgo de lo que acabamos de vivir”.
Pero el investigador universitario aclaró que en la entidad poblana no se puede concluir que la sociedad rebase al Estado, como pasa en otras entidades como Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua y Veracruz, donde la situación es terrible: “No estamos en ese grado, pero si no se toman las medidas necesarias para prevenir ese tipo de eventos se corre ese riego; no estoy negando tampoco la posibilidad de que el Puebla se convierta en una situación similar a otros estados, pero en este momento no podemos decir que estamos como ellos, pero hay focos amarillos y se debe atender la inseguridad, tomar medidas drásticas que generen un estado más tranquilo”.
Es importante mencionar que fueron alrededor de 500 habitantes de Guadalupe Victoria, quienes organizados, exigieron mayor seguridad al presidente municipal Felipe Cortés Hernández, al tiempo de destruir oficinas y equipo de la presidencia municipal, por lo que desde la perspectiva del politólogo de esa institución poblana, los acontecimientos, aunque lamentables, no ponen en riesgo la legitimidad de la autoridades poblanas: “Legitimidad se tiene, lo dicen las encuestas, independientemente de los juicios sobre su actuación, la gente apoya al gobernador, lo aprueba, la legitimidad no está a discusión, pero se puede vulnerar si los asuntos de inseguridad y brotes de este tipo pueden mermar la legitimidad, pero hasta el momento no se ha dado en Puebla y esperamos que no se dé”.
Ciudadanos esperan respuestas contundentes
Par el académico poblano, aunque seguramente las autoridades gubernamentales del estado tienen una estrategia para mantener la estabilidad en el territorio local, lo cierto es que ante los lamentables acontecimientos los ciudadanos esperan respuestas, ante lo que no hay que ir tan lejos: “En el caso de la ciudad de Puebla siguen en aumento los índices de delincuencia, ahí están las cifras en donde se puede observar que la ciudad de Puebla no es una ciudad muy segura que digamos; muchas personas la han padecido, hay asaltos a transeúntes, robo de autopartes, asaltos a casa habitación, ese tipo de eventos que se van sumando y quedan en la impunidad, eso sí le pega a la legitimidad, aunque no estoy hablando de presencia del crimen organizado”.
Y aunque la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Puebla informó que mantiene la vigilancia en el municipio para evitar más violencia, Alejandro Guillén Reyes dijo que seguramente los estrategas y asesores del mandatario poblano tienen algunos elementos para que no se genere la percepción de que Puebla es un estado inseguro porque, contrario a ello, “Puebla sigue siendo uno de los estados más seguros, esa es la percepción a nivel nacional, pero si no se atienden ese tipo de eventos, si no se combate la inseguridad se corre el riesgo de que poco a poco se vaya presentando esa percepción”.
La percepción
Para Alejandro Guillén, la estabilidad se percibe en la entidad poblana, porque Puebla es realmente un estado todavía seguro: “Esa es la percepción que hay de Puebla, no le ha tocado vivir situaciones como Veracruz, como Tamaulipas, como Chihuahua o como Michoacán. Puebla sigue siendo un estado seguro, pero si no se comienzan a atender esos eventos puede perderse la legitimidad en el gobierno y pueden presentarse problemas de ingobernabilidad”.