Luego de la ruptura del senador Manuel Bartlett Díaz con el Partido del Trabajo y su adhesión al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, afirmó que encuentra complicado que esa agrupación política pueda absorber a todas las izquierdas ideológicas del país: “Por lo menos a Los Chuchos no, a esa izquierda no, hay que ver también lo que viene a futuro porque se abre la posibilidad de dos candidatos, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard”.

Desde la perspectiva del académico poblano, no se observa muy claro que el tabasqueño pueda volver a encabezar a todas las izquierdas: “Creo que no, creo que hay una clara división, de gente que no está con López Obrador y que pretende seguir controlando al Partido de la Revolución Democrática; entonces, dentro de los liderazgos que han tratado de buscar la hegemonía del PRD está Marcelo Ebrard, que es uno de los más claros competidores de AMLO, dentro de las izquierdas, para las futuras elecciones presidenciales”.

En ese contexto, apuntó Guillén Reyes, no se verá a las izquierdas totalmente unidas en torno a uno, más bien será en torno a dos: “El PRD se alineará con Ebrard, mientras (que) los otros se irán con AMLO”, pero lo cierto es que los personajes que rodean a cada político también jugarán un papel determinante.

Lo anterior, dijo el investigador universitario, puede restarle futuro a las izquierdas, aunque dependerá de la forma en que resuelvan el “entuerto”: si van a ir cada quien por su cuenta o tratarán de conformar un frente común, pero —desde su perspectiva— por las experiencias de los últimos años, a las izquierdas le convendría más competir en torno a un personaje: “Hay que ver cómo lo resuelven, en un escenario es que compitan separados, ésa es una alternativa; la otra es seguir una negociación similar a la de 2012, hecha por encuestas, en un segundo posible escenario, si sacan en candidato similar puede resultar posible pero dependerá de la capacidad de negociación de las partes”.

Para el politólogo de la UPAEP, si los dos grandes proyectos de la izquierda ideológica del país son semejantes y similares, lo menor es que lleguen unificados en la elección presidencial de 2016 porque —desde su perspectiva— se observa que en procesos electorales en que presentan coaliciones de partidos mientras más se unan a un candidato tienen más posibilidades de éxito, por lo tanto, si los liderazgos y estrategas de la izquierda observan esa realidad, de no tener muchos partidos, sino de coaliciones competitivas, tendrán posibilidad de ganar las elecciones: “Ésa es la tendencia que se observa; ahora, si quieren conquistar la Presidencia de la República tendrán que encontrar alguna fórmula que les permita llegar unidos a una sola figura”.

Izquierdas y la historia de caudillos
El investigador de la UPAEP recordó que independientemente de las historias de rupturas constantes de las izquierdas en el país, donde solamente los unifica un caudillo importante, como Cuauhtémoc Cárdenas en los años 80, y Andrés Manuel López Obrador en el 2000, ahora se observa el reacomodo en que se presenta la confrontación entre la gente de López Obrador y “Los Chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano: “En ese reacomodo que se observa, llama la atención obviamente la posición de Manuel Bartlett, que no es simpatizante de la vertiente de Los Chuchos y compaginaba hace tiempo con AMLO en varios asuntos públicos como la Reforma Energética; Bartlett es de los personajes que defiende el tema de la no privatización en Petróleos Mexicanos, no permite nada de inversión privada”.

Asimismo, recordó la lucha del exgobernador del Estado de Puebla, en contra de la “ley Televisa”, cuando impulsó la controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y logró que se echara para atrás esta ley: “Han habido eventos en los que han estado en la misma sintonía, ;laro que queda atrás aquello de 1988 y el trabajo que hizo Manuel Bartlett cuando era organizador del proceso electoral de 1988; eso ya quedó atrás”.

Finalmente, reveló que en esa coyuntura, el PT estaba más o menos con cierta sintonía con AMLO, por eso dijo que “su salida del PT llama la atención porque se esperaba que apoyara a AMLO, pero en este movimiento no se trata de otra cosa más que configurar una fuerza específica como Morena; todo se conjunta en ese movimiento, la izquierda que siga la línea de AMLO se irá a Morena y buscará su fortaleza, más que a cualquier otro instituto político de izquierda”.