El líder moral del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, dejó la puerta abierta para reelegirse como dirigente nacional, en sustitución de Jesús Zambrano, cuyo periodo concluye a principios de 2014; sin embargo, aclaró que hay que modificar los estatutos.
En entrevista previa a la presentación de una ponencia en materia energética, en el salón Barroco de la Universidad Autónoma de Puebla, afirmó que dejará que el consejo nacional de su partido haga los cambios necesarios a los estatutos partidarios para después tomar una decisión definitiva.
Luego de que se ha manejado su nombre como factor de unidad, quien fuera el primer presidente del Partido de la Revolución Democrática hace 24 años expresó: “Tiene que haber un cambio estatutario y después de eso ver qué condiciones se dan (…) qué propuestas puede haber (…) qué propuestas programáticas planteen los compañeros. Yo estoy abierto a escuchar y después de eso tomaré una decisión”.
Durante la entrevista, Cárdenas Solórzano dijo desconocer el motivo de la inasistencia al mitin perredista el domingo pasado del exjefe de Gobierno Marcelo Ebrard, quien también busca suceder a Jesús Zambrano, y de quien fue notable su ausencia en la movilización donde asistió 99 por ciento de los perredistas.
Asimismo, habló de la consulta ciudadana sobre la Reforma Energética y confió que el PRD recabe el millón 600 mil firmas que necesitan para pedir al Gobierno Federal lleve a consulta popular las reformas constitucionales en materia energética, que se realizaría en julio de 2015. Por lo que específico que “hay tiempo para poder llegar a la meta establecida por la izquierda, en busca de frenar dicha reforma.
Aclaró en caso de que la reforma sea aprobada, antes del 15 de diciembre, fecha que concluye el periodo de sesiones en la Cámara de Diputados para exigir la consulta ciudadana que también solicitó el líder de Morena, AMLO, y que colaboran con el Sol Azteca para recabarlas.
Los apoyos
El líder de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jorge Méndez Spínola, se pronunció a favor de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano asuma la dirigencia nacional del Sol Azteca para que retome el lugar que le corresponde.
En entrevista, dijo que esta fuerza política requiere de un dirigente con la “autoridad política y moral” suficiente para retomar el rumbo y volver a ser un contrapeso a los gobiernos y una verdadera representación de los ciudadanos.
Manifestó que un gran número de militantes están a favor de que Cárdenas Solórzano regrese a ser su dirigente nacional, pero pidió no adelantar vísperas puesto que primero se tienen que reformar los estatutos en la Asamblea Nacional que inicia este miércoles 20 de noviembre.
Mendez Spinola consideró que si Cárdenas Solórzano decide no participar en la renovación de la dirigencia nacional, el exjefe de Gobierno del Distrito Federal Marcelo Ebrard podría ser otro buen aspirante.
La propuesta energética
Sin dejar sin recursos al estado, el PRD plantea una reforma que cambie el calendario de pagar impuestos: que los derechos de Petróleos Mexicanos se reduzcan de 72.5 a 62.5 por ciento de sus ingresos, en un periodo de cinco años y que en lugar de pagar todos los días lo haga mensualmente, con lo que dispondría de 30 mil millones de pesos anuales —150 mil millones de pesos en cinco años— para cubrir sus necesidades básicas de inversión, señaló Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano al impartir la conferencia “El futuro del petróleo de México. Reforma Energética y Soberanía Nacional”, en el salón Barroco del Edificio Carolino.
Pemex es la única empresa que tiene un régimen fiscal al que está sometido y por el cual se le cobran impuestos todo el año. En 2013, por ejemplo, ello significó más de 620 mil de pesos diarios, lo que deja sin liquidez a la paraestatal para atender sus necesidades básicas de mantenimiento de sus instalaciones, explicó.
Tras señalar que Pemex se encuentra entre las grandes petroleras del mundo, ocupando a veces el primero o el segundo lugar entre las que más genera utilidades, antes de pagar impuestos, se pronunció por una política petrolera que prolongue la vida de las reservas, por lo menos para los próximos 25 años, lo cual exige, además, invertir más en exploración.
La propuesta perredista, agregó, busca que se le dé mayor valor agregado al producto al prolongar las cadenas productivas y no limitarse a la producción de petróleo crudo. De acuerdo con su exposición, desde el siglo pasado no se construyen nuevas refinerías, lo que explica que México importe la mitad de los combustibles que consumimos como país.
Al abordar la propuesta de Reforma Energética, la cual calificó de anticonstitucional y privatizadora, así como carente de legitimidad política, señaló que tal proyecto pretende reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de México “en contra del espíritu democrático, libertario y emancipador que dio origen a la Constitución de febrero de 1917”.
Tales reformas consisten, precisó, en eliminar del artículo 27 la disposición que establece que en materia de hidrocarburos no se darán concesiones ni contratos, y en el 28 quitar los conceptos “hidrocarburos” y “electricidad”, lo que repercutiría en el artículo 25, donde se define que los estos sectores económicos son de manejo exclusivo del Estado. Con ello —dijo—1, “se abre la posibilidad de que todos los bienes y activos de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad puedan ser vendidos”.
Necesario, el debate
El rector de la UAP Alfonso Esparza dijo que el debate en torno a la Reforma Energética no puede centrarse en el presente: “Debe ser un proyecto de país en el mediano y largo plazo en el que los mexicanos establezcamos qué modelo de nación queremos y cuáles son las estrategias que seguiremos para construirlo”.
Después de indicar que se trata de un tema tan controvertido como esencial para el país y que compete a todos los mexicanos, no sólo a los poderes Ejecutivo y Legislativo, puntualizó que “entre los aspectos que es imprescindible revisar destaca el relativo a la legitimidad de las reformas y la incidencia que éstas pueden tener en el carácter estratégico de los hidrocarburos, pues bien sabemos que la utilización de esos recursos está fuertemente vinculada a las posibilidades de desarrollo del país”.
Al insistir en el análisis detenido y en la importancia de participar en la toma de decisiones, Esparza Ortiz señaló: “También resulta pertinente preguntarnos si es posible realizar modificaciones a la Carta Magna, a través de nuevas políticas petroleras que alienten la eficiencia y la productividad”, dijo.